Tenía unas ganas tremendas de volver al templo de la música en directo de Ciudad Real, como es la sala Nana, aunque fuera un miércoles, y es que desde el desconfinamiento no se habían alineado los astros para que pudiera ir a ninguno de los conciertos que allí se han celebrado desde entonces.
Aún con poca gente en la sala, los Cacereños ADAREL empezaron su concierto con muchas ganas, practicando un Heavy metal de corte clásico y con la voz de Maya, dándolo todo desde el principio, desgañitándose literalmente en algunos temas, haciendo tonos realmente altos. El resto de la banda formada por Ángel y Sergio a las guitarras, formando una buena pareja de “hachas”, Prima, a la batería, y el lesionado David, al bajo y coros, que tuvo que tocar sentado por un pequeño accidente el día anterior, en el que se dañó un pie.
Desgranaron temas propios como “Sin sangre”, con Maya ondeando una bandera, “La hora de la purga”, “Sin piedad”, “Cuento y destino”, “Inmortal”, “Dragón y mujer” o su nuevo tema “La parca” y nos deleitaron con dos versiones, el “Maldito sea tu nombre” de Ángeles del infierno, muy coreada por el público, como era de esperar y el tema de Santa, “Reencarnación”, terminando el concierto con su tema “Heavy Metal”.
Buen concierto de Adarel.
Y llega el turno de los canadienses STRIKER. Un grupo con una buena trayectoria que se remonta hasta el 2007, teniendo en su discografía un EP y cuatro LPs, incluyendo el último “Alive in the studio”, grabado durante la pandemia, y que incluso fueron ganadores del premio a mejor álbum de Heavy Metal en los Juno Awards canadienses, por su álbum “Play to win”.
Derrochando simpatía, desde el principio nos deleitaron con su arsenal de Hard Rock y Heavy clásico, pero actualizado, con muchas guitarras dobladas, estribillos “quedones” y mucha, mucha, actitud.
Empezaron a saco con el tema Heart of lies, y sin tregua fueron desgranando, sin bajar la intensidad temas como Head FIrsts, Play to win, Born to lose, Phoenix lights, Too late, The Front, On the run, Former Glory o la espectacular Fight for your life, para cerrar el concierto. haciendo un buen repaso a su discografía y sin bajar la intensidad en ningún momento durante todo el show.
Además, tocaron dos adelantos de lo que será su nuevo álbum, Deathwish y Strange Love, ambos un poco menos metaleros pero buenísimos los dos.
El cantante, Dan Cleary, estuvo a un gran nivel todo el concierto, con un timbre de voz muy chulo y haciendo unos agudos buenísimos en bastantes temas, además, cada vez que lo miraba, me recordaba, sobre todo en la expresión de su cara, a mi admirado Jani Lane, del grupo Warrant. Estuvo muy activo y comunicativo todo el rato. Los dos guitarristas hicieron una gran labor, tanto John Simon Fallon como el simpático Timothy Brown, nos deleitaron durante todo el concierto con unos solos de mucha calidad, turnándose entre ellos, doblando guitarras en muchos temas, sonando melódicos cuando había que hacerlo, en definitiva, que nos hicieron disfrutar mucho.
Mención aparte se merece el bajista Pete Klassen, que entró en el grupo en 2019 y nos encantó su actitud, tanto musicalmente, como con el público, y haciéndole unos coros a Dan, dignos de mención, un 10 para él.
El batería, Cory Hofing, también se salió y alucinados nos quedamos cuando Dan lo presentó y dijo que era su primer concierto con ellos, la verdad es que no se le notó para nada.
Hubo un momento un poco incómodo cuando se fue casi todo el sonido, salvo el bajo y la batería, y fue de aplaudir la actitud del grupo hasta que se pudo solucionar el problema. Ni un mal gesto, ni una mala cara, al contrario, risas, y simpatía con el público, así da gusto.
En resumen, que hicieron un concierto fantástico, que se nos hizo muy corto, pero que lo disfrutamos muchísimo. Es un placer ver a una banda joven, que lo hacen tan bien y que tienen tanta actitud sobre el escenario, pese a tocar ante no mucho público (calculo unas 40 o 50 personas como máximo)
Si tengo la ocasión, me gustaría volver a verlos sin dudarlo ni un segundo.
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