Los Guns N´Roses eligieron el día más caluroso de lo que iba de verano para dar su concierto en el imponente recinto del Circo Massimo de Roma, un lugar histórico reconvertido en un espectacular escenario cuando se celebran este tipo de eventos. Un mítico lugar para cobijar grandes leyendas.
El calor y la espera fue más llevadera y a la par divertida gracias a la colaboración de los bomberos de la ciudad Eterna que lo paliaban echando agua al público con mangueras a presión. Decir además que a pesar de que el Circo Massimo es un recinto peculiar, un espacio abierto sin nada, solo lo que queda de la parte central y las lomas de lo que fue el graderío, La organización en cuanto al accesos, salidas y baños fue espectacular.
A las 19:15, saltan al escenario The Pretenders, otros clásicos, liderados por la incombustible Chrissie Hynde que nos ofrecieron, mientras la gente iba poco a poco llenando el recinto, un buen concierto, tranquilote, eso sí, pero con temas tan conocidos como «I stand by you«, «Don’t get me wrong«, «Hymn to her» o «Thumbelina«. Un recital con canciones de toda la larga carrera de esta banda y una front woman que demostró que, a sus 71 años y más de 40 sobre los escenarios, aún conserva muy buena voz.
Un rato antes de empezar el bolo de los Guns, pudimos ver aparecer en un lateral del escenario al señor Richad Fortus, saludando a la gente muy cariñosamente lanzando besos y dándose golpecitos en el pecho en señal de agradecimiento.
El público asistente, como cabía esperar, era muy variopinto, de varias generaciones diferentes, con muchos padres que fueron con sus hijos (nosotros incluidos) y entre los que podías encontrar a auténticos seguidores de la banda y gente que no sabrían decirnos ni tres canciones de ellos, pero eso pasa siempre en conciertos de este tipo.
Por fin, a las 20:45 saltan al escenario los Guns N´Roses empezando con la intro por las pantallas calentando el ambiente, enlazando directamente con el triplete ganador It’s so easy, Bad Obsesion y Mr, Brownstone, con el público enloqueciendo, como era de esperar.
Queda constancia con estos tres temas que Axl Rose va a estar mucho más cómodo con los tonos bajos que con los más altos o «chillones”.
Rose también deja claro que está cantando bastante mejor que hace un tiempo, aunque cuenta con la inestimable ayuda de Duff McKagan, que se canta, por detrás, gran parte de los temas apoyándole, como Melissa Reese, que le hace coros en todos los temas también, pero siempre dejándole a él en primerísimo plano.
Como ya sabíamos, podemos apreciar que ya no canta como antes y que hay veces que tiene que tirar de unos falsetes que suenan totalmente descafeinados, donde antes desgarraba su voz a más no poder, pero a honestidad no le gana nadie, cantando sin pistas de apoyo, como hacen tantos ahora, y sin ningún efecto en su voz, ni reverb, ni delay, ni nada. Además, su actitud durante todo el concierto, sin parar de moverse y de corretear, con los 61 años que tiene, es de elogiar.
Siguieron desgranando temas de todos sus discos como «Pretty tied up«, «Chinesse democracy» y covers como «Slither» de Velvet Revolver.
El tema nuevo de los GnR, «Hard Skool» sonó efectivo en directo, pero sin la aceptación de los clásicos, como era de esperar.
El público, en general, estuvo muy entregado, sobre todo con los temas del Appetite for destruction, del que tocaron nada menos que 8, de sus 12 temas.
El resto de la banda estuvo a un nivel muy alto, sobre todo Slash y Fortus.
Lo de Slash es de alucinar, escuchar en directo sus solos más emblemáticos me pone la piel de gallina y solo el pensar cómo de su mente pudieron salir esas melodías que se han grabado en nuestra memoria para siempre y todos esos riffs de guitarra hace que siga pareciéndome el mejor, además, estuvo muy activo todo el concierto, saltando, bailando, sonriendo y clavando todos los solos, pero notándose el «factor humano» al ejecutarlos, como a mi me gusta.
Fortus, también muy activo, bailoteando y demostrando, en las ocasiones que tuvo de lucirse, que es un tremendísimo guitarrista, haciendo solos espectaculares y tocando con su característica técnica de púa y dedos, enorme.
Y el resto de músicos estuvieron genial también, tanto el elegante Duff McKagan al bajo, sonando atronador, junto a el baterista Frank Ferrer (buenísimo), el teclista clásico del grupo, Dizzy Reed, aportando bastante al sonido del grupo, tanto a los teclados como al piano y Melissa Reese a los teclados y coros, un sobresaliente para todos ellos.
Siguiendo con las canciones del setlist, llama la atención que canten hasta siete versiones, en lo personal yo prefiero que canten temas suyos y como mucho dos o tres, siendo las que más movieron al público, «Live and let die«, de Paul McCartney, «Down on the farm«, de los U.K.Subs y la espectacular «Knocking on heavens door«, de Bob Dylan, donde Slash y Fortus se van turnando los solos, alargando la canción hasta los 10 minutos de puro deleite para los amantes de la guitarra.
Duff también cantó en solitario la versión de The Stooges «T.V. Eye» dando un merececido respiro a Axl y dejándole tiempo para cambiarse de vestuario.
En «You Could be mine» pudimos notar notablemente que en las canciones más exigentes vocalmente y con tonos más «chillones» es dónde más flojea Axl, como es normal, por otro lado. También fue muy palpable su «sufrimiento» cuando cantó “This I Love» la cual es muy exigente y no le va nada bien para los directos, porque lo expone muchísimo.
En «Civil War«, Axl nos dice que se lo dedican a Ucrania, apareciendo la bandera del país en la pantalla central, lo que provocó el aplauso del público.
Del escenario decir que este fue enorme, a tres alturas, llegando hasta el final de las gigantes pantallas laterales y con una grandísima pantalla central donde se iban proyectando animaciones para ambientar cada momento.
Ahora toca hablar del solo de guitarra de Slash, el cual me pareció súper divertido porque, en vez de quedarse él como en otras ocasiones, haciendo un solo eterno, que puede llegar a aburrir, lo hizo con toda la banda tocando un Rock And Roll frenético y no muy largo, además fue todo un subidón cuando lo empalmó, sin esperarlo, con el riff de «Sweet child o’mine» para desatar la locura colectiva.
Rematando este momentazo con «November rain» con Axl tocando el piano en el centro del escenario, sufriendo también al cantarla, pero solventando la «papeleta» y con un Slash subido todo el rato en el centro del tercer nivel del escenario y clavando todos y cada uno de los solos, mientras en la pantalla, detrás de el, no paraba de llover, simplemente espectacular.
Hacia la parte final tocaron el «Knocking on heavens door”, «Nightrain» y sin pausa los bises, «There was a time«, el cover «Walk over you» de AC/DC, la balada «Patience» (otro momentazo de la noche) y rematando con su mega hit «Paradise city» volviendo a poner patas arriba a las 46.000 personas que estuvimos allí para rematar este gran concierto de los Guns, después de esto, saludos del grupo y Slash haciendo el pino para despedirse.
En resumen, grupo muy honesto que dieron un gran concierto, dejándose la piel, con una gran actitud de todos sus miembros y contentando tanto a los que no los habíamos visto nunca como a los que no daban un duro por ellos tras haberlos visto en el pasado.
Bajo mi punto de vista, lo único “negativo”, en parte, es la duración del show, casi tres horas y media puede ser excesivo para parte del público. Si hubieran tocado menos versiones y algunas de las que le van peor a la voz, el concierto se hubiera acortado un poco, cosa que yo creo que hasta ellos agradecerían, pero también hay que valorar que quieran contentar a todos sus seguidores y darse la «paliza» en cada concierto con tal de que nadie eche en falta ninguna canción, aunque a mi, en este, sí me faltó «Don’t cry«, que sí la están tocando en otros bolos.
Otra cosa que no me gustó fue el bajo volumen para un espectáculo de este tipo, además de que tuvo algunos “altibajos” en el sonido, que molestaban la escucha.
Y sobre el público, jamás entenderé por qué hay gente que se pasa TODO el concierto grabando videos que nunca va a volver a ver, en vez de disfrutar del momento, había veces que costaba hacerse un hueco para ver el escenario entre tanto móvil grabando. Total, al día siguiente vas a tener en Youtube un millón de videos grabados con más calidad que el tuyo, desde más cerca y con mejor sonido.
Dejar una contestacion