
Enfilamos la recta final del Leyendas y todavía en pie. Vamos allá
Wind Rose
No me voy a disculpar porque no he sido yo el que, en un arrebato de inspiración, ha puesto nombre a este género: “Dwarf Metal” ¿Sólo porque me visto como un enano, llevo barbas de enano, me hago fotos promocionales con hachas (de enano) y canto historias de enanos me tenéis que endosar esa etiqueta? Power/Folk Metal interpretado por no-enanos y punto. Hay que decir que por la heroicidad de salir a pleno sol con esas vestimentas y meter caña a tope dando totalmente la talla, se merecen mi aplauso.

Evil Invaders
Sin ser fan acérrimo del Speed/Thrash, reconozco que estos grupos me sorprenden gratamente. Puede que nunca me los ponga en los cascos de camino al trabajo, pero en directo me dejan sin respiro. El mismo que se toman ellos canción tras canción. Con Evil Invaders no hay trampa ni cartón, con temas a toda (mala) leche y sin frenos, tanto que, cuando tocan baladas, nadie se da cuenta de que lo son. Una razón más para admirar Bélgica, aparte de la cerveza.

Stratovarius
Tocaba la hora de los fineses y, por pasadas experiencias, la afronté con cierto escepticismo. En anteriores conciertos siempre noté una cierta frialdad ártica, pero debe de ser por sus frecuentes visitas a nuestro país y los aires del Mediterráneo que ya van cogiendo temperatura hasta casi parecer personas vivas. Excelente estado de forma de toda la banda y en especial de Timo Kotipelto, repasando todos los grandes clásicos y dejando un excelente sabor de boca.

Eihwar
No estoy tan loco como para meterme en el berenjenal de definir la música de estos franceses. Dejémoslo en que mezclan cantos vikingos con elementos electrónicos y ya no me atrevo a más. Apuesta más que arriesgada que fue premiada con una sorprendente (para mí) afluencia de espectadores, que ratifica la máxima de que todo artista tiene su espacio y su público. Melancolía vikinga como remanso de paz entre tanto melenudo gritón.

Rata Blanca
Expongo mi teoría conspiranoica: Rata Blanca es la reencarnación en español de Rainbow de la época de “Difficult to Cure” y posteriores y la prueba es la siguiente: Rata Blanca=RB=Ritchie Blackmore. Irrefutable. Teorías aparte, excelente concierto de la banda argentina liderada por los dos grandes monstruos que son Barilari y Giardino, por los que parece que no pasan los años… y ya llevan casi 40 ¿Se habrá enterado Joe Lynn Turner de que Barilari le ha robado las gafas de sol, la chupa de cuero y la peluca?

Brian Downey
Odio decirlo, pero no me parece justo que una verdadera leyenda como Brian Downey tenga que verse relegado al escenario pequeño y en el mismo horario en el que los locos de los patitos de goma lo petaban en el escenario principal. Ojo, no es una crítica a Alestorm, pero el batería irlandés se merecía algo mejor. Porque, como he dicho antes, Brian es una verdadera leyenda: el único músico que estuvo presente en todos los discos de Thin Lizzy, sobreviviendo a la compañía de un fenómeno como Phil Lynott y toda una pléyade de excelsos (y excéntricos) guitarristas. Que se dice rápido. Tal vez uno de los baterías más infravalorados del rock, pero si se mantuvo en la banda de principio a fin, por algo sería, y a ver quién se atreve a discutirle a Lynott, dondequiera que esté. No sé si ésta es la mejor banda tributo (por llamarlas de alguna manera, porque Scott Gorham, Darren Wharton y John Sykes todavía colean por ahí) a Thin Lizzy, pero sí sé que es la que más me ha llegado a la patata. Grande Brian.

Y hasta aquí (casi) todo lo que mi memoria y la decencia me permiten narrar sobre esta edición de Leyendas. Por supuesto que nos veremos el año que viene y estaremos atentos a todas las vicisitudes que vayan surgiendo para 2025 ¡La máquina legendaria no para nunca!
Dejar una contestacion