Segunda jornada con renovadas fuerzas y dispuestos a disfrutar de lo conocido y lo desconocido…
Empezamos con energía con el concierto de dArtagnan, banda alemana que ha triunfado en las listas de su país, en Austria y en Suiza. Hacen folk metal vacilón y festivo, cantan en alemán y su estética surge de la novela Los Tres Mosqueteros de Alejandro Dumas, a pesar de que ninguno de los componentes vista de mosquetero. Pero tampoco es cuestión de ponerse exquisito en cuestiones de rigor estilístico o histórico cuando un grupo se pasa más tiempo ataviándose que tocando. Con dArtagnan no hay momentos de melancolía o bucolismo, que esto no es Blackmore’s Night (aunque Candice colaboró con ellos en un tema) y sí diversión tema tras tema. Detallazo el tema “Mosqueteros” cantado en español y compuesto en colaboración con Rafa Blas de Mago de Öz. Éstos acabarán residiendo en Mallorca. Al tiempo.
Más conocidos como los “Gemeliers de Neunkirchen”, From Fall to Spring incendiaron el escenario pequeño con su potente metalcore. No soy muy fan de este estilo, pero sí disfruto de algunos momentos cañeros de algunos grupos, y éste es uno de ellos, aunque a veces me planteo si encajarían también en un festival de música electrónica, y en eso ya no me veo. Hala chiquetes, a seguir trabajándolo, que cuando lleguéis a Eurovision seguro que os meten en el escenario principal.
Y un poco más de metalcore, por si andábamos cortos, esta vez llegado de Japón. Las chicas de Hanabie (花冷え) son energía pura sin reposo, producto de la juventud, evidentemente, y de la desbordante chifladura inherente a la cultura nipona. Son como un videoclip anime pero en carne (escasa) y hueso. Toda la banda es un sin parar, pero cabría destacar a la batería, Chika (チカ), que tiene que acabar fundida al final de los conciertos y a la cantante, Yukina (雪菜), versátil en sus registros vocales, que van desde los guturales hasta los chillidos de rata. Su particular estilo les permitirá a buen seguro participar en festivales de distinto pelaje.
Me cuesta mucho encontrar un solo estilo en el que encuadrar a April Art. Pero ¿a quién le importa? Da lo mismo que algunos temas suenen hard rock, otros heavy, otros metal o lo que sea, lo importante es que April Art son la caña y que si no te pones a dar botes con ellos (si te lo permite la salud), pide cita con el otorrino o con el psicólogo. Da gusto ver a grupos nuevos con tanta fuerza y capacidad para enardecer al público y no sólo en momentos puntuales, sino durante todo un concierto. Gran parte de este logro se debe principalmente a la exuberante actuación de su cantante, Lisa Marie Watz, pero esto no sería posible si no estuviera arropada por una banda contundente y en perfecta sintonía y que además tiene también su presencia escénica y calidad a raudales. Y sí, la chica es una agitadora de masas, pero es que además canta un porrón. Deseando volver a veros.
Y pasamos de la agitación explosiva a la serena y contenida fuerza de The Halo Effect. Mikael Stanne hace doblete con éste su otro proyecto cambiando de registro vocal, pasando de la melodiosidad del día anterior al canto gutural con una naturalidad pasmosa. Death metal melódico de altísimo nivel que fue atrayendo a multitud de aficionados en reconocimiento a una banda de una calidad impresionante. Y el amigo Mikael se gana la admiración del público con una interpretación impecable y con su sonrisa permanente ¡pero tío, que estás tocando death metal, no puedes estar contento! Vamos a pensar que sonreía porque ya sabía que volverá el año que viene. Y nosotros encantados.
No tenía intención de hablar sobre Heilung pero la polarización de las opiniones en las redes invita a ello. Mucha gente está disgustada porque piensan que Heilung no es un grupo adecuado para un festival como el Leyendas del Rock, porque no son rock, porque son un coñazo, etc. Muchos otros opinan que hay que estar abiertos a todo tipo de música y que no hay que menospreciar un espectáculo y una forma de expresión que además tiene detrás un trabajo enorme (hacer crecer un bosque en medio del escenario en cuestión de minutos no puede considerarse otra cosa que magia). Es muy difícil llegar a un punto de encuentro en esta situación. Yo me he hecho un esquema mental para darles y no darles la razón a unos y otros, sino todo lo contrario.
-Tengo claro que lo que hace Heilung no me interesa. No digo que sea malo, pero no me interesa.
-Heilung ocuparon la posición horaria y el escenario habitual de los cabezas de cartel y su espectáculo duró hora y media. Dadas las particularidades de su actuación, tal vez hubieran sido más adecuados un emplazamiento y un horario distintos.
-Suspendí el curso de “Rituales Precristianos” de la Universidad Popular de mi pueblo por absentismo escolar (el dueño del bar de la esquina lo puede corroborar), por tanto no tengo elementos de juicio válidos para decir si Heilung lo hacen bien, mal o regular, pero quiero creer que son profesionales (porque cobran por su actuación) e hicieron lo necesario para dar el mejor espectáculo posible, algo que, por cierto, no siempre ocurre con otros grupos musicales que pasan por cualquier festival. Por eso pienso que en el caso de cargar las tintas, sería más atinado hacerlo contra quienes decidieron contratarlos.
-Yo me sentí un tanto decepcionado con su actuación, pero por motivos diferentes de los que se queja la gente. Esperaba presenciar algún tipo de sacrificio animal, humano o no humano e incluso hubiera aceptado que hubiera sido fingido, pero no se produjo. Puede ser que yo anduviera un tanto despistado o que se debiera a alguna cláusula del contrato pero luego me enteré de que “Heilung” significa “sanación”. De haberlo sabido antes, no me habría hecho ilusiones. Mea culpa.
-Dada la inveterada costumbre de la organización del Leyendas de repetir grupos edición tras edición, por favor, en el caso de Heilung, meditadlo con responsabilidad y reflexión.
-Y esta es mi opinión y la comparto
Nos vemos mañana.
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