Stratovarius – Survive
Tras varios años, muchos, desde aquel Episode (1996) que me cautivó y me introdujo de lleno como seguidor del Power Metal, los autodenominados reyes del género finlandeses, sacan por fin un discazo variado, moderno y sin perder su esencia inicial, sus denominadores comunes siguen vigentes, duelos guitarra vs teclado (sublime Jens Johansson “Mr. Shred”), doble pedal y la voz particular de un Timo Kotipelto que se muestra pletórico. Survive es una obra que no tiene desperdicio, que se escucha del tirón, muy bien hilada y con un sonido sin fisuras. Destaco o recomiendo entre muchos temazos, que lo son, “Before the fall” como anzuelo para comprobar el estado de forma de la banda. Este año iré a verles por 6ª vez después de 19 años sin hacerlo. Me han convencido y reconvertido.
Fit for a king – The hell we create
Los de Texas se han marcado un cañón de álbum de principio a fin, el séptimo desde el inicio de su carrera musical allá por el 2007. Metalcore con ramalazos thrash, grindcore y heavy metal que energizan desde la primera escucha. En mi caso, un descubrimiento de banda que no han parado de sonar en mi lista favorita desde que escuché en noviembre “End (The other side)”. Los muy majetes se han currado un videoclip para cada tema del álbum, así que no os vais a aburrir.
Parkway Drive– Darker still
Cuando los australianos sacan un nuevo álbum, uno se puede frotar las manos porque sabe que lo que va a escuchar no le sorprenderá en demasía pero sí reconoce como se las gastan y cuál es la fórmula que les está funcionando. En su momento en el 2018, encuadrados justo detrás de unos Guns N´Roses ultradescafeinados en el Download madrileño, pude comprobar por primera vez que el grupo comandado por el siempre soberbio Winston McCall, es una auténtica banda que por sí sola puede sostener cualquier cabeza de cartel. Darker Still sigue con esa estela de bombazos en forma de álbumes que no para de crecer, siendo el séptimo en la carrera de nuestros antípodas. Inexcusable si no le has dado ya una vuelta a esta potentísima obra musical. Y
Dry River – Cuarto Creciente
El rock en español está muy vivo y orgulloso con bandas como los castellonenses Dry River, los cuales se han sacado de una manga repletísima de calidad un discazo para disfrutar desde su inicio. Ni una sola de las canciones tiene un ligero atisbo de debilidad, todas independientes, todas íntimas y con mensajes sin artificios ni florituras, pero a su vez poetizadas y cargadas de sentimientos propios del que ama su oficio y crea temas perdurables. Sin duda para mí su mejor obra, y eso que su anterior álbum, 2038 era una pasada, y si además te recuerdan ciertos pasajes a Queen o Dream Theater, el resultado no puede ser más bendecido,de buenas fuentes han bebido y absorbido.
Megadeth – The Sick, The Dying… And The Dead
El bueno de Dave Mustaine se ha revitalizado con su decimosexto álbum y una formación aparentemente estable después de expulsar a su sempiterno y malogrado bajista David Ellefson por motivos ciertamente oscuros a mediados del 2021. Con todo y sin ello, se marca un discazo más que recomendable con su sello característico, letras reivindicativas y crudas, guitarras y riffs afiladísimos y una base rítmica absolutamente clásica, absolutamente Megadeth. Sin duda, Kiko Laureiro fue una acertadísima elección allá por el 2015 proveniente de un género, el power Metal de los brasileños Angra, que le ha dado una revitalización fabulosa a la banda y sobre todo al propio Mustaine.
Arch Enemy – Deceivers
Mucha mala leche, potencia a mares, y la banda liderada por el sueco Michael Amott en su mejor momento artístico, firman uno de sus más variopintos álbumes, el onceavo desde 1995. Si a ello le sumas una increíble frontwoman con ese registro vocal gutural y ese portentoso físico, hacen que la canadiense Alissa White-Gluzz sea otro aliciente para no perdértelos en directo. La banda en general destila una energía y una calidad fuera de cualquier duda. Sus magníficos y ultra elaborados seis videoclips de once temas del álbum atestiguan el buen hacer de estos nórdicos death metaleros melódicos.
Alter Bridge – Pawns & Kings
Tras el discazo que se sacó Mark Tremonti en solitario con su banda Tremonti, tocaba unir fuerzas con el fenomenal Miles Kennedy para hacer este tremendo disco de hard rock contundente y variado, donde Mark hace unas deliciosas voces corales así como su sello guitarrero tan característico. “Fable of the silent son”, la canción más larga de su discografía hasta ahora es un compendio de lo que representa el sonido Alter Bridge, por no hablar del impresionante tema que da título al álbum y que cierra brillantemente esta obra musical.
Decapitated – Cancer Culture
Sorpresón cuando al azar y por recomendación de Youtube, visualicé el video “Iconoclast” de este grupo polaco junto a Robb Flynn (Machine Head). No solo me quedé gratamente impactado sino absorto con la extrema calidad de esta banda que practica el Groove y el brutal death metal, un género al que habitualmente no llego, o al menos no llegaba hasta ahora. En cualquier caso, si amas la música extrema y no estás muy alejado precisamente de Machine Head o de Jinjer, los cuales también tiene su cabida en el tema “Hello Death”, Decapitated te van a gustar, ya no solo por su vertiginoso tecnicismo, sino porque su poco más de media hora te va a saber a poco, y eso es mucho decir para un álbum de este género, a mi pobre entender claro…
The Halo Effect – Days of the lost
“Volver a las raíces del sonido de Goteborg de los 90, pionero del Death Metal Melódico”, esta ha sido la consigna de la creación de The Halo Effect por parte de Jesper Strömblad, fundador de In Flames y de Mikael Stanne, fundador de Dark Tranquility. Pero es que los tres restantes miembros también pertenecieron a In Flames, por lo tanto era absolutamente normal que el resultado fuera el esperado, un magnífico álbum de la viejos In Flames con la peculiar y majestuosa voz de Stanne, el cual en “In broken trust” o en “A truth worth lying for” hace unas voces naturales muy efectivas y que le dan un empaque precioso a ambos temas. El disco es una colección de temazos desde su inicio hasta sus casi 40 minutazos de calidad rebosante, el cual no decepcionará al amante y añorador de ese sonido noventero, pero reactualizado.
Blind Guardian – The God machine
Por el amor de Dio que deseaba que los teutones se pusieran las pilas de una vez y sacaran un discazo en condiciones. No hicieron demasiadas escuchas para dar fe que este The God Machine lo era. La banda se muestra pletórica, sonando como debiera haber sido, aunque supongo que han tenido la necesidad de experimentar para no aburrirse como fue el haber sacado aberraciones como aquel innombrable disco orquestal del 2019. Tener de vuelta a Blind Guardian es una magnífica noticia y la prueba es este álbum que se hace muy sencillo audicionar de primeras y adictivo de manera consecutiva.
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