ACÚSTICO DE ALFREDO E IKER PIEDRAFITA, Krater Rock City, Puertollano

 

Sin estridencias. Sin exigencias extravagantes. Así se presentaron en el Krater de Puertollano Alfredo Piedrafita y su hijo Iker.

Alfredo, actualmente en Miss Octubre, es uno de los padres del rock vasco, girando gran parte de su vida en torno a la mítica formación navarra Barricada desde los inicios de la misma hasta su disolución en 2013; a pesar de ser un personaje fundamental para entender el rock de este país, un tío muy cercano y amable, de trato afable y campechano.

Por su parte Iker Piedrafita nos dejó verdaderas joyas musicales con su banda Dikers hasta que el grupo tuvo que cesar su actividad por culpa de los problemas de salud gastrointestinales de Iker que afectaron a sus cuerdas vocales. Además regenta su propio estudio de grabación (“El Sótano”) y es un respetado productor.

Dos grandes artistas de una calidad (y calidez) humana desbordante que se empeñaron en hacernos pasar un rato agradable a base de temas de Barricada, Dikers y alguna que otra versión en un formato tan arriesgado como es el acústico; ellos dos con sendas guitarras acústicas y sus voces en medio de un escenario diáfano. Así, sin red ni artificios.

Con puntualidad exquisita, se sentaron en sus taburetes para arrancar el show con  “Another perfect day”, tema del álbum debut homónimo de American Hi-Fi del año 2001 y que sirvió para que el (hoy sí) numeroso público del Krater tomara posiciones dispuesto a disfrutar de esta velada tan especial.

Con los primeros temas de Barricada (“Pasión por el ruido” y “Pon esa música de nuevo”) ya nos encargamos de dejarles claro que pensábamos exprimir nuestras gargantas acompañándoles en todo momento y haciéndoles sentirse respetados y muy queridos en Puertollano.

Ni que decir tiene que la compenetración entre padre e hijo es absoluta y las muestras de complicidad y entre ellos eran constantes  con lo que sensación de fiesta distendida y relajada planeaba en el ambiente.

Pronto llegaría la primera sorpresa de la noche al subirse al escenario Fernando (The Buyakers) para interpretar junto a Alfredo e Iker  “Deja que esto no acabe nunca”, cantada con muchísimo feeling por Alfredo que, recordemos, no en vano ya la cantaba en la versión original, incluida en el disco “Por Instinto” (1991) aunque lo habitual en Barricada era que cantasen o Boni o Drogas.

Primera alusión a Dikers en forma de “Dale gas”, demostrando Iker Piedrafita que ha recuperado fenomenalmente su voz; algo que quedó constatado al 100% en la versión del temazo de U2 “With or without you”, el cual interpretó con una garra y un sentimiento vocal que nos puso a más de uno la piel de gallina.

Los momentos emotivos se sucedían y así, la preciosa “Eclipse” del último disco de estudio de los Barri (“Flechas Cardinales”), se la dedicaban los Piedrafita a Boni, que estuvo con Alfredo hasta el final de Barricada, hasta el mismo día de la disolución de la banda navarra y que lleva más de un año apartado de los escenarios por culpa de un maldito tumor laríngeo.

Tras este melancólico momento, Iker se echó (vocalmente hablando) el peso del show a sus espaldas clavando magistralmente el “Hysteria” de Def Leppard  y el “Wonderwall” de Oasis y dándoles homogénea continuidad con el “Corazón de trapo” de sus Dikers.

Se acercaba el final del concierto y ahora no arriesgaron: con la triada “Quiero perderme”, “Mañana será igual” y “Oveja negra”; y con toda la sala desgañitándose hasta casi tapar a los propios músicos llegábamos al teórico fin de fiesta. El público que abarrotaba el Krater se deshacía en aplausos y nadie se movía: todos intuíamos que aquello no había terminado, como así fue.

Tras un mínimo descanso, el comienzo de los bises nos regaló uno de los momentos más emotivos del show. Todo el escenario era para Iker para que interpretara “Sin voz”, tema dedicado a  todos aquellos que alguna vez se han visto como él se vio hace unos años; así como reza la canción, sin voz. Sentimientos a flor de piel, mientras su padre, en un lateral del escenario observaba emocionado la soberbia interpretación de su hijo.

La banda sonora de nuestras rockeras vidas continuó pasando ante nuestros ojos y nuestros oídos con la preciosa “Pídemelo otra vez” del lejano en el tiempo “Noche de R´n´R” (1983) y la sala entera cantando eso de “llegará la madrugada….”. La apoteosis final no se haría esperar  con “Animal caliente” que contó con la colaboración de Marce (Estado Decepción) y “No hay tregua”  José Carlos Gil (“Gitano”) de Boomker y Fredi (Ruinas Band, Darkways) encima del escenario mientras Iker se mezclaba entre el público ofreciendo el micro al respetable para que cantásemos ese himno imperecedero del rock patrio.

De regalo y sin tenerlas bien preparadas, como prueba definitiva de lo a gusto que se encontraban y en un ambiente totalmente festivo, “Lentejuelas” enlazada con “Barrio Conflictivo”. Sin palabras. Delicatessen sonora, crema de la buena es lo que nos ofrecieron Alfredo e Iker Piedrafita.

Tras el bolo se les podía ver mezclados con la gente, intercambiando impresiones y haciéndose mil fotos con todo el que lo quisiera; sin dar sensación de urgencia por retirarse ni prisa alguna a pesar de que al día siguiente  (a mediodía) tocaban en Adra (Almería) en el Juergas Rock Festival. ¡¡¡Que grandes!!!

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