Te das cuenta de que vas haciéndote mayor, cuando empiezas a buscar las melodías en grupos en los que antes buscabas la crudeza. Esto me ha pasado, por ejemplo, con bandas como Mastodon, no obstante, me engancharon con sus tres primeros discos, que son bastante brutotes. Que conste, soy un amante de la tralla; adoro el Hardcore, el Thrash, el Death, etc, etc. Pero, en este caso, los de Atlanta han experimentado una evolución desde la brutalidad hacia la melodía de una forma más que digna. Me he aficionado a sus últimos trabajos de tal manera, que últimamente casi no escucho otra cosa. Lo que antes detestaba, melodías popis, los tecladitos, o el ver destapadas sus influencias en una canción; ahora me entusiasma. ¿Será la edad?
A finales de los 70′ y posteriores 80′, apareció una corriente que vinculaba a ciertos grupos de rock con la franja de edad en la que se encontraban sus seguidores, denominándolo así AOR (Rock Orientado a Adultos); bandas como REO Speedwagon, Journey, Toto; son un ejemplo de ello. En relación a esto, me pregunto, ¿en la actualidad podemos enmarcar a artistas de Metal, que, por su evolución lógica, o el inexorable paso del tiempo por sus componentes, llegan a un punto de madurez musical, que se podría relacionar con la búsqueda de la melodía, no importándoles la aceptación de parte del respetable?
La evolución, de grupos como Mastodon, Faith No More, Metallica, etc., han suscitado no pocas críticas y controversia por el hecho de alejarse de sus comienzos, tachándolos de vendidos o de traidores a sus orígenes. Bien, entonces, ¿puede estar pasando algo parecido a lo que pasó en los años 80 con el AOR?
Pongamos el ejemplo de mis adorados «Mastodontes». Nadie me negará que los comienzos de la banda fueron como un pescozón en la cerviz, caña a destajo de principio a fin.
Los vi en Holanda, en un festival, presentando Blood Mountain, creo. Lo primero que me llamó la atención fue la batería, iba pintada con lunares y el parche del bombo exterior estaba decorado con una foto de Randy Rhoads, pensé, leches, ¿que nos van a contar estos?, puff, madre mía, menudo trallazo, me quedé del revés, no había escuchado nada igual, parecido sí, algo así como los grupos que les influenciaban en aquel momento, Neurosis, Melvins, Isis; pero, ellos tenían algo especial. Me sorprendió la forma tocar de Brent Hinds, con un estilo de solear deudor de la técnica del banjo, tocando con púa y los dedos a la vez, con distorsión sonaba extraño, pero bonito. Luego, la contundencia rítmica y la voz de Sanders que atronaba sin compasión al que se ponía delante, en fin, lo recuerdo con deleite. Llegué a Royal City con mi amigo Juanito, -(por cierto, nos trajo desde Holanda a 90 Km por hora todo el camino)- y me pillé los tres discos que tenían en el mercado.
Fue pasando el tiempo, y cada disco que sacaban me gustaba más, aunque, en su última etapa se desprendieran de la estela de Neurosis, hay que decir, que no del todo, pues, en todos los disco colabora su cantante, Scott Kelly; pero, como digo, empezaron a explorar otros territorios, haciéndose evidentes otras influencias, como, Ozzy, Maiden, o incluso Pink Floyd. Que salgan a la luz estas otras influencias, lejos de contrariarme me emociona, ya que es lo que yo escuchaba en mi adolescencia y hace sentirme más apegado a la banda.
A partir de aquí, me di cuenta de que lo que realmente importa son las canciones, empecé a evolucionar con ellos y a buscar la melodía, sin importarme tanto la contundencia, la distorsión, u otras cosas; que por otra parte, son inherentes al Metal.
Ahora me hacen gracia los Manowar, con sus ridículos taparrabos, y su clamar a los cuatro vientos que son el grupo que toca a más volumen que nadie en el mundo, me importa una mierda.
Así, pues, no se si existirá un estilo llamado AOM, Metal para adultos o algo parecido, pero, si eso tiene que ver con las buenas canciones, buenas melodías; esas que te emocionan, diferenciando así lo pintoresco de lo sublime…, entonces me apunto.
Salud.
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