CRÓNICAS HARDROCKERAS: GÉNESIS

Lo que a continuación os transmito es el resultado de muchos años de escuchar música, asistir a conciertos, leer prensa especializada y sobretodo, de todas las experiencias vividas y conversaciones -en ocasiones enconadas discusiones casi siempre acompañadas de cerveza- entabladas con los miembros de una de las tribus más numerosas del planeta: los rockeros. Y hablo de rockeros de forma genérica porque la variedad de estilos, géneros y subgéneros dentro del rock es tan grande que resultaría demasiado farragoso especificarlos a cada instante, aunque alguno ya habrá deducido por el título por dónde van mis preferencias.

Vivencias y conversaciones, decía, repletas de opiniones, controversias, variedad de gustos, disparidad de percepciones y una única certeza: si hay algo que le guste tanto (o incluso más) a un fan del rock que escuchar música o asistir a un concierto es… HABLAR DE MÚSICA.

Nota. El autor declara un total desconocimiento de los principios más elementales de la música. Su oído musical es infame, su habilidad instrumental inexistente y sus dotes vocales ofenderían a un sordo. Si le veis acercarse a un instrumento musical, huid. En virtud de ello, Windmill Rock Magazine y el propio autor no se hacen responsables de las opiniones vertidas en este artículo.

Y al principio fue…

“Antes de Elvis no había nada” dijo John Lennon. Mi interpretación de la frase de John Lennon es, salvo que Yoko diga lo contrario, que todo aficionado a la música tiene un punto de partida. Para algunos habrá sido un artista o una canción en concreto a través de la radio, la televisión o un disco prestado o, en muchas ocasiones, los hermanos mayores. En mi caso, hermanas, en número de tres. En mi casa, de pequeño, recuerdo discos de Cat Stevens, Al Stewart, John Denver, Simón & Garfunkel, Albert Hammond, Neil Diamond, Gilbert. O’Sullivan… también de Mike Oldfield, David Bowie, Alan Parsons, los Beatles y los Rolling Stones. Había otros, como los de Orchestral Manoeuvres in the Dark y The Human League que no parecían encajar demasiado con la línea anterior, y de Village People había un single. Además, había dos discos en concreto que me hacen sospechar que el criterio musical no fue el factor preferencial para su adquisición, como podéis apreciar:

Así que, entre todo este revoltijo de rockeros, cantautores rascabarrigas, música electrónica y adictos al rímmel, yo me decanté por el rock, y principalmente por los Beatles, lo que no quiere decir que, cuando escucho algún tema de los otros implicados, no se me escape alguna lagrimilla nostálgica. En mayor o menor grado de putrefacción y pestilencia, todos tenemos cadáveres en el armario.

¿Rock o pop?

No voy a hablar sobre si el pop es un género musical o si la denominación en sí (pop como “popular”) abarca a cualquier grupo o tipo de música. Metallica son muy populares y no por ello son un grupo pop, o no lo eran hasta el Black Album…. Para estas cuestiones ya están los críticos, que para eso les pagan ¿Los Beatles son rock o son pop? ¿U2 son rock o son pop? ¿Coldplay es rock, es pop o qué coj…? El caso que siempre me ha sorprendido ha sido el de Queen. Para muchos rockeros Queen siempre fue un grupo pop. Ello puede deberse a que parte del público se centrara en su época de mayor éxito, la de “Radio Gaga” y “I Want To Break Free” y obviara su etapa inicial, mucho más rockera (como puede que pasara con muchos fans de Metallica y su etapa thrash). El éxito de las cadenas televisivas especializadas en videoclips y las exigencias de la escena y la crítica musicales a veces les llevaron por derroteros más cercanos al pop que al rock, pero fue a partir de The Miracle y su single “I Want It All”, que la prensa musical empezó a reivindicarlos como un grupo de rock. Tanto es así, que pasó algo parecido a lo de “Helter Skelter” de los Beatles, proclamada por algunos como “la primera canción heavy metal de la historia”. En el caso de Queen, muchos años después de haberse publicado, alguien -no me preguntéis quién- “descubrió” el tema “Stone Cold Crazy” de su tercer álbum Sheer Heart Attack de 1974 y lo declaró como “la primera canción thrash metal de la historia”. En conclusión: Tenemos un grupo que al principio era pop, que luego le concedieron ser rock y que, antes de serlo, ya había compuesto “la primera canción thrash metal de la historia”, estilo que, por otra parte, tardaría años en inventarse. Y todavía quedarán muggles que no crean en la magia de la música…

¿Thrash-pop o pop-thrash?

Los padres del invento

Uno de los grandes temas de discusión en la comunidad rockera es el de quién “inventó” el heavy metal. Por norma general, siempre se ha mencionado a tres grupos como los creadores de este género musical: Led Zeppelin, Deep Purple y Black Sabbath. Los dos primeros se han desmarcado muchas veces -cuando no renegado- de esta etiqueta, con lo cual, ganador por abandono de los contrincantes y por haber creado (sin ser conscientes de ello, creo yo, pero también cuenta) algún que otro subgénero: Black Sabbath. Y se acabó la discusión. Además de los tres grupos citados, ha habido más candidatos que se han postulado (o los han postulado) a padres fundadores del heavy. Entre otros, Iron Butterfly, Steppenwolf, The Kinks o Jimi Hendrix. Pero si hay una banda que se ha ganado su presencia en el Top 5, ésa es Blue Cheer. Me explico: Cuenta una leyenda (de las muchas que hay en el rock) que una vez, durante un ensayo, subieron tanto la potencia de uno de los amplificadores que hicieron explotar a un perro que dormía encima de él (!?). Ya sólo el haber generado semejante historia es credencial suficiente para entrar en el Hall of Fame y en la lista negra de PACMA.

The Dogkillers

Y ya que estoy de acuerdo en lo de ser fundador del heavy metal, paso a otra controversia acerca de Black Sabbath: ¿Dejó Black Sabbath de ser Black Sabbath cuando se marchó (o lo echaron) Ozzy Osbourne? ¿Debió Tony Iommi cambiarle el nombre al grupo? No soy yo el más indicado para responder a la primera pregunta, porque me gustan todas y cada una de las versiones de Black Sabbath. Y para responder a la segunda, sólo se me ocurre recurrir al pragmatismo. Dado que la banda ha tenido 6 cantantes aparte de Ozzy (en discos de estudio, si no he contado mal, además de otros muchos músicos), si hubiera tenido que llamarse de otra forma cada vez que cambiaba de formación, Tony Iommi se hubiera pasado más tiempo buscándole nombre al grupo que componiendo riffs…

Uno de “los otros”

Continuará…


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