Guns N’ Roses en Madrid… 1993

RECORDANDO EL 6 DE JULIO DE 1993: ¡¡ Guns N´Roses !!

Con motivo de la reciente visita a nuestro país de G´n´R me vi inmerso en una conversación, casi discusión, recordando aquella otra visita que nos hicieron hace 24 años, última vez hasta hace unos días, que se les pudo ver con Slash en sus filas aquí en España.
Rememorando las peripecias de aquel 6 de julio de 1993, alguien me propone: «¡Podías contarnos como fue lo que viviste aquel día!» y, bueno, por mi encantado de poder plasmar en una historia todas esas «batallitas» que mil veces cuentas a los tuyos (recuerdos de un veinteañero que lo fue hace veinte años) dándole forma y estructura más o menos coherente, pero eso sí, veraz.
Y la historia de este concierto se remonta a 1992, cuando muchos nos vimos con una entrada en la mano (por supuesto de taco y a color, nada de fotocopias) de un evento que, al final, no se llegó a celebrar: Guns´n´Roses iba a venir a España con dos teloneros de lujo como eran Soundgarden y Faith No More pero la maldita aluminosis del cemento del Vicente Calderón se llevó por delante ese atractivo cartel.
Cuando vuelvo a Madrid para que me sea devuelto el importe de la entrada, veo que acaban de sacar a la venta las de otro evento: Iron Maiden + Megadeth + Pantera + Gun. Por supuesto no cogí el dinero; hice trueque y me volví sin un duro, pero con una entrada en el bolsillo que me emplazaba a una próxima visita a la plaza de toros de Las Ventas… pero eso es otra historia.
Volviendo al caso de G´n´R, la banda había prometido que volverían a España para celebrar el concierto que tuvo que ser suspendido, y así fue: la fecha elegida era el 6 de julio de 1993. Sin dudarlo me planto en la mítica «Madrid Rock» de Gran Vía para conseguir el deseado ticket ,de nuevo de taco y a todo color y, de nuevo iba a ser en el estadio del Atlético de Madrid. Lo que eran distintos eran los teloneros (Brian May y Suicidal Tendencies); la verdad, a mí me hubiera encantado que hubieran sido los planeados para el año anterior… pero daba igual: ¡Iba a ver a los G´n´R!
Y así, ese 6 de julio salimos desde Almagro mis colegas Pablo, Chity, mi hermana y yo con tiempo de sobra, con la intención de no perdernos ni un detalle de lo que en el Calderón iba a acontecer. El concierto comenzaba a las siete y media de la tarde y nosotros para las cinco y media ya ibamos por La Guardia (Toledo), por lo que hacemos una parada a refrescar como es debido el gaznate: parada rápida y a seguir… o eso creíamos: nos montamos en el coche y ¡¡no arranca!!. «No puede ser», pienso, «que le pase a mi R5 matrícula Ciudad Real de la D, que tiene mi misma edad (1972) vale, pero al flamante Lancia nuevo del Chity… ¡¡¡no puede ser!!!»
Esperando la grúa no sabíamos si el tiempo pasaba lento o rápido; lo que sí veíamos es que iba pasando y allí seguíamos. Por fin llega la tan ansiada grúa, y su conductor resulta ser muy amable, apañado y además mecánico, y tras un buen rato con la cabeza metida bajo el capó nos dice: «A ver, prueba a arrancarlo»… y ¡ arrancó!. Ni sabíamos lo que le había hecho ni nos importaba: «¡¡¡Vámonos pitando para Madrid!!!».
Por supuesto la capital nos recibió con un atasco de aúpa y aquello empezaba a pintar mal, ya que al pasar por los aledaños del Vicente Calderón ya se oía desde el coche a Mike Muir cantar eso de «You can´t bring me down» (menos mal que dos semanas antes ya había visto a Suicidal con Metallica en Vallecas). Con el coche en marcha mi colega Pablo abre la puerta y suelta: «Ahí os quedais» para entrar cuanto antes el muy cabronazo, y es que a nosotros nos quedaba un buen rato de dar vueltas buscando aparcamiento.
Cuando por fin nos vimos dentro del estadio, Suicidal Tendencies ya había terminado y aprovechamos el concierto de Brian May para situarnos e ir calentando motores a base de birra. En ese momento no sabíamos que nos iba a dar tiempo de sobra para situarnos y calentarnos/refrescarnos: cuando dejó de sonar el «We will rock you», la expectación de los primeros minutos de espera se convirtió en silbidos y abucheos cuando ésta se prolongó hasta la hora y pico. Pero bueno, todo merecía la pena porque íbamos a ver el show de la banda más macarra y peligrosa del planeta (luego resultó más pasota que macarra y con menos peligro que un lindo gatito).
Al fin llegó el momento y Matt Sorum se sienta tras la batería, aparece un elegante Gilby Clarke con su guitarra, Dizzy Reed al teclado, un colocadísimo Duff McKagan aporreando el bajo, la imponente estampa de Slash irradiando carisma y un cabreadísimo Axl Rose para atacarnos con «It´s so easy» y, de seguido «Mr. Brownstone» dando así prioridad a su obra maestra de 1987 «Appetite for destruction» para iniciar la descarga como Dios manda.
El sonido no era bueno, bastante saturado y con molestos acoples; pero no importaba porque eran los putos Guns´n´Roses encadenando temazos como Live & let die» o «Yesterdays».
En el primer verdadero pelotazo de la noche, «Welcome to the jungle», pudimos comprobar que Axl no correteaba por el escenario tanto como le habíamos visto hacerlo en los vídeos de la banda que echaban por la tele; y cuando lo hacía se asfixiaba bastante y deslucía su manera de cantar.
De repente pararon y empezamos a comentar las maniobras que veíamos hacer sobre el grandísimo escenario : «¿Qué están sacando…un sofá?, «no es un sofá, es un sillón grande» Bueno, vale, era un sillón… pero, ¿ para que quieren un puto sillón en el escenario?. Sabíamos que en algún momento sacarían un piano de cola para «November Rain», pero, ¡¡un sillón!!. En fin, da igual: ¡son G´n´R y están aquí, delante de nosotros!.
Señoras y señores, momento unplugged para «You´re crazy», «Used to love her» y «Patience»; que dicho sea de paso, fue lo que mejor sonó hasta ese momento del concierto (es lo que tiene desenchufar y dejar de lado la distorsión).
Tras el parón de adrenalina, vuelven a encadenar joyas como «Knockin´ on heaven´s door» que todo el mundo coreó y disfrutó o la cañera «You could be mine» que sacó la vena Terminator de algún que otro energúmeno entre el público de la zona delantera frente al escenario.
La verdad es que desde el unplugged aquello sonaba mucho mejor, como fenomenal sonó uno de los momentos álgidos de la noche, momentazo para todos los Slashmaníacos que estábamos allí: todo el escenario para él para deleitarnos con un largo solazo de guitarra en el que incluye el tema principal de «El Padrino» (de lo mejor del show bajo mi punto de vista). Al final del solo, Slash se arranca con una melodía por todos conocida: «Sweet child o´mine», y tras esta maravilla de canción, la fiesta total: «Paradise City» sonando en el Vicente Calderón y la locura generalizada entre la gente.
Cuando aún no ha terminado el tema, el micro inalámbrico sobrevuela nuestras cabezas con un zumbido en nuestros oidos que acompañaba su trayectoria hasta oir un tremendo «TOC». «Nos ha tirado el micro y creo que le ha dado a alguien, eh»…»bueno, pillará otro para lo que falta». Pero es que ya no faltaba nada. Tras más de una hora de espera, menos de dos horas de concierto. Ni «Nightrain», ni «Civil War», ni «My Michelle»…
La cara del gentío a la salida del estadio lo decía todo: enfado, frustración, decepción y algunos, también es verdad, de felicidad absoluta como diciendo «¡Da igual… hemos visto a Guns´n´Roses!». Al día siguiente te das cuenta de que no, no da igual. Vimos a una banda cansada (llevaban más de dos años girando sin parar), poco comunicativa (tanto entre ellos como con el público) y dejándose en el tintero temas infaltables en lo que fue un concierto algo corto y de sonido mejorable.
Eso sí, vimos a un gran Slash y, por lo menos el coche del Chity arrancó sin problema para llevarnos de vuelta a casa del tirón (¡cualquiera se arriesgaba a parar!)

SET LIST GUNS´N´ROSES, MADRID 6 DE JULIO DE 1993
-It´s so easy
-Mr. Brownstone
-Live & let die
-Yesterdays
-Welcome to the jungle
-Attitude
-Double talkin´ jive
-You ain´t the first
-You´re crazy
-Used to love her
-Patience
-Knockin´ on heaven´s door
-November Rain
-Dead horse
-You could be mine
-Slash solo with «The Godfather» theme
-Sweet child o´mine
-Paradise City

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