Lamb of God + Slayer: Palacio Vistalegre (Madrid, 17/11/18)

 

LAMB OF GOD

Quiero aquí reseñar la celeridad con la que se hicieron los cambios de escenario y backline para conseguir cumplir los horarios previstos. La puesta en escena de Lamb of God era más compleja que la de Obituary y Anthrax, con unas imponentes escalinatas laterales a ambos lados de la plataforma de la batería y un imponente telón que mostraba el lema “Pure American Metal”, que fue organizado para la descarga de los de Virginia en pocos minutos. Chapeau por la organización (ya comentamos anteriormente cómo la kilométrica fila de gente para acceder al recinto era un constante fluir moviéndose a muy buen ritmo).

La expectación era máxima cuando retumbaron en Vistalegre esas frases que rezan eso de “If I live, I will kill you. If I die, you are forgiven. Such is the rule of honour” que anunciaban que L.O.G con su “Omertá” estaban aquí. Un sonido apabullante nos llegaba desde el imponente escenario montado para la ocasión, formándose un gran muro sónico a base de pesados riffs destripados por parte de Willie Adler y Mark Morton mientras Randy Blythe se recorría cada centímetro de dicho escenario interactuando constantemente con un público que le respondía a modo de marea humana moviéndose en oleadas con continuos circle pits y crowdsurfing.

Tras una única alusión a su “As the palaces burn” del 2003 en forma de “Ruin”, llegó uno de mis temas preferidos: el gran “Walk with me in Hell”, con el color rojo predominando en el juego de luces de los americanos. No podían olvidarse de su álbum “Ashes of the wake” (2004) y así, “Now you´ve got something to die for” fue recibida de forma salvaje no solo desde el coso, sino también desde la grada de Vistalegre. También fue una de las más celebradas “512”, tema y número que hace alusión a la celda en la que el vocalista tuvo que pasar unos meses en una cárcel de Praga a espera de juicio (que por cierto concluyó con sentencia absolutoria de los cargos de homicidio que pesaban sobre él). Los momentos de comunión con el público fueron llamativos y permanentes, con unos hiperactivos Willie y Randy (que presentó a la banda en castellano como “Cordero de Dios”) moviendo a las masas a su antojo, mientras Mark Morton, algo más estático, nos regalaba grandísimos solos de guitarra (alguno que otro algo embarullado, eso sí)

El final con “Laid to rest” y “Redneck” supuso una auténtica locura con la formación del circle pit más grande de la noche y dejándonos más que satisfechos con nuestra ración de groove thrash metal servida en bandeja de plata.

A pesar de todo lo expuesto, diría que faltó algo: gozaron de buen sonido, cañero setlist y una posición privilegiada dentro del cartel de hoy pero, aunque dieron un conciertazo, no apareció esa actitud salvaje y esa violencia sónica que te tiraba de espaldas y que derrochaban grupos como Pantera.

Bolazo de Lamb of God … pero con matices.

SETLIST L.O.G

-Omertá

-Ruin

-Walk with me in Hell

-Now you´ve got something to die for

-512

-Engage the fear machine

-Blacken the cursed sun

-Laid to rest

-Redneck

 

SLAYER

Llegaba para mí un momento muy anhelado (como siempre es el volver a ver a Slayer en vivo) y a la vez muy temido (quizá por última vez en mi vida). Un cúmulo de sensaciones se agolpaban en mi cabeza cuando sonó de intro “Delusions of saviour” a la vez que, en el telón frontal que tapaba el escenario, unas cruces se iban invirtiendo hasta quedar boca abajo. Con el primer acorde de “Repentless” este telón frontal cayó al suelo dejándonos ver a Tom Araya, Kerry King, Gary Holt y Paul Bostaph rodeados de llamaradas estratégicamente situadas por todo el escenario que se convirtió así en un infierno en llamas. A partir de ahí, una lección de thrash metal de casi dos horas en la que demostraron porqué los californianos son considerados los reyes del estilo en cuestión. Y es que (como debe ser) lo importante era la música; aunque abusaran de efectos de fuego y una gran producción escénica que dio vistosidad y espectacularidad al show.

A mi modo de ver confeccionaron un setlist muy compensado y equilibrado, incluyendo entre sus clásicos de los ´80 un buen número de temas más recientes pero, a su vez, ya clásicos del thrash: canciones como “Disciple” (“God hates us all”, 2001), “Hate Worldwide” (World painted blood”, 2009), Jihad (“Christ Illusion”, 2006) o la más pausada de todo el concierto “When the stillness comes” (“Repentless”, 2015) se intercalaban entre joyas de sus inicios (“Mandatory Suicide”, “Black Magic” o “Postmortem”); conformando un show sin grandes altibajos en el que la adrenalina estuvo siempre en niveles estratosféricos. El sonido acompañaba, Slayer lo estaba dando todo y el público respondió de igual forma con continuos crowdsurfings que pusieron a prueba al personal de Seguridad del foso delantero.

Para el final, ninguna sorpresa: clásico tras clásico que, no por previsibles para los que ya habíamos visto al combo americano con anterioridad (en mi caso 7 veces), dejaron de ser recibidos como si nos fuera la vida en ello, como si fuese la última vez en nuestras vidas que los fuésemos a disfrutar en directo. Esa cadencia pesada de “Dead Skin Mask”, el escenario en llamas con “Hell Awaits” o la locura, con el mayor circle pit del show incluido, de la mítica “Raining Blood”.

Mención aparte para el colofón del bolo con “Angel of Death”, dedicada al malogrado fundador del grupo allá por 1981 Jeff Hanneman. Así, a lo largo del concierto se fueron sucediendo diferentes telones posteriores con portadas de discos y logos varios, pero ninguno tan especial como el último de todos, con ese logo que recuerda a una conocida marca de cerveza holandesa con las letras Hanneman impresas con el año de nacimiento y muerte de Jeff (1964/2013) y las palabras “Still Reigning” (“todavía reinando”). Carne de gallina y vello de punta en todos aquellos para los que Slayer ha sido parte importante de su historia vital musicalmente hablando. La banda se despedía de nosotros y la ovación no cesaba. Tanto es así que aunque sus compañeros ya habían abandonado el escenario, Tom Araya se resistía a marcharse, caminando con andar cansado de un lado a otro y quedándose mirando hacia ese público que no cesaba en su ovación. Finalmente se acercó al micro y en perfecto castellano (no en vano es de origen chileno) nos dijo: “Gracias….por todo…. adiós”, simplemente eso, tan poco y tanto a la vez; abandonando, ahora sí, con ese andar cansino de persona mayor el escenario en el que las dos horas anteriores había sido un titán invencible del thrash metal. Realmente un momento muy emocionante. La sensación de que acabábamos de presenciar algo especial nos invadió. Tomamos conciencia de la increíble velada a la que habíamos asistido con cuatro grandes (enormes) bandas de metal que protagonizaron un evento histórico e inolvidable.

Gracias a ti por todo, Tom. Adiós Slayer.

SETLIST SLAYER

-Intro: Delusions of Saviour

-Repentless

-Blood Red

-Disciple

-Mandatory Suicide

-Hate Worldwide

-War Ensemble

-Jihad

-When the stillness comes

Postmortem

-Black Magic

-Payback

-Seasons in the Abyss

-Dittohead

-Dead Skin Mask

-Hell Awaits

-South of Heaven

-Raining Blood

-Chemical Warfare

-Angel of Death

 

Fotos por: Santiago Rivera y Félix Montes

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