Tras dos años de parón obligado sin poderse celebrar el festival, había muchas ganas de Leyendas; hecho que quedó plenamente demostrado en las cifras oficiales de asistencia, con una media de 15.500 personas al día. Como dato curiosos señalar que el día de más afluencia de público finalmente fue el de la fiesta de bienvenida; jornada que tradicionalmente era gratuita y que reunía a varios grupos nacionales para ir abriendo boca. La inclusión de uno de los cabezas de cartel (Powerwolf) este miércoles 3 de agosto (eso sí, pagando una entrada de 30€ si no tenías abono del festival) provocó que se fundiesen este día inaugural en Villena 16.500 almas deseosas de disfrutar de este magnífico pistoletazo inicial de la XV edición del Leyendas del Rock. La otra cara de la moneda fue toda esa gente que tenía comprado su abono desde mucho antes de anunciar la organización del evento el cambio en el día de actuación de Powerwolf y por motivos laborales no pudo asistir a dicha fiesta de presentación.
Si para sucesivas ediciones del festival va a ser algo habitual el poner una banda importante este día inaugural cobrando entrada, la organización del Leyendas debe saber gestionarlo adecuadamente y tendrá que dar a conocer el cartel de ese día con claridad y antelación suficiente evitando dar sorpresas y anuncios inesperados que seguro generarán muchas críticas (como ha ocurrido este año). Iremos viendo…
JUEVES 4 DE AGOSTO DE 2022
Este día Villena se convirtió en la capital mundial del thrash metal al aglutinar en una sola jornada a bandas como Heathen, Exodus, Testament o Kreator.
Pero antes, cuando llegamos al recinto del Polideportivo Municipal de Villena, los tunecinos MYRATH estaban repartiendo maestría y calidad musical entre el ya numeroso público bajo un sol de justicia con su heavy progresivo plagado de pinceladas árabes que encandiló a sus fans y gustó a los que no lo somos tanto.
Un bonito telón con motivos arábigos y la portada de su último disco (“Sehili”) presidía la parte posterior del escenario. Alfombras y cojines completaban un atrezzo muy oriental (y, en ellos, muy coherente) y que sirvió de marco sobre el que Myrath demostró, durante casi una hora, su valía musical en una actuación basada en sus dos últimos trabajos discográficos; el mencionado “Sehili” (2019) del que cayeron temas como la inicial “Born to survive”, “Monster in my closet”, “Dance” o “No holding back” ; y su anterior “Legacy” (2016) que acaparó el final del show con “Duat”, “Get your freedom back” o la final “Believer” con espectáculo de malabarismos con fuego incluido y el público totalmente entregado.
Comentar que sonaron en directo más contundentes de lo que se muestran en estudio (cosa que agradecí) y gozaron en este Leyendas de un sonido, si bien algo saturado, más que aceptable. Esto unido al perfecto estado vocal de Zaher Zorgati, la impecable ejecución de sus típicos pasajes instrumentales en los que aflora su esencia árabe (por ejemplo, lo pudimos comprobar en “Beyond the stars”) o esa cuidada puesta en escena que incluía bailarinas y espectáculos con fuego, hizo del show de los de Túnez una experiencia altamente disfrutable.
HEATHEN
Inmediatamente después de Myrath mis pasos me encaminaron hacia el escenario Mark Reale, donde los californianos Heathen se disponían a descargar su arsenal de clásicos de thrash metal progresivo; pero antes, a modo de intro, Abba y su “Gimme, gimme, gimme” nos dio uno de los momentos más divertidos del festival, ya que el backstage era una fiesta donde los miembros de Heathen bailaban como si de una discoteca se tratase. Era gracioso ver a una bestia parda (como luego demostró ser cuando se sentó a la batería) como Jim De María bailando en modo “sensual go-gó de discoteca”… Pero ahí acabó la guasa: cuando “This rotting sphere” (la verdadera intro) atronó por la P.A. del Mark Reale, la apisonadora Heathen se puso en marcha y con “The blight” y “Empire of the blind” (tema que da título a su último álbum) pasó por encima de nosotros sin contemplaciones; y si bien el sonido no acompañaba (opaco y poco nítido), la actitud en escena de los americanos suplió esa carencia con creces. Además, con “Arrows of Agony” dicho sonido mejoró notablemente y pudimos apreciar en todo su esplendor la labor de esa magnífica dupla guitarrística que son Lee Altus (que hoy, finalmente no haría doblete con Exodus, centrándose así en su banda madre) y Kragen Lum (con menos nombre en el mundillo del metal que el anterior pero que nos dejó alucinados con su técnica y sus estratosféricos solos).
Lástima que cuando el show alcanzó una buena velocidad de crucero, el sonido se fue completamente, fallo que se solucionó en unos 10 minutos, durante los cuales el público se enfrió bastante; pero no así la banda, que lejos de desanimarse, volvió tras el parón al 100% con “Sun in my hand”. A base de trallazos como “Death by hanging”, con todo el respetable cantando el estribillo, y la final “Hypnotized” (en la que se sucedían los pogos y circle pits) levantaron el concierto tirando de veteranía y muchas tablas sobre el escenario.
El bolo había finalizado pero se veía que los Heathen no querían marcharse; y a base de pedírselo, el frontman David White nos regaló una estrofa a capella del “Set me free” de The Sweet; versión que incluían los thrasers californianos en su ya lejano “Breaking the silence” (1987)… Además The Sweet era uno de los grupos confirmados para este día en el festival y que finalmente cancelaron y no actuarían hoy en Villena; así, con ese “regalillo”, algo de Sweet sonó hoy en el Leyendas.
Magnífica descarga thrash; preámbulo de lo que se nos vendría encima después, ya en los escenarios principales, con Exodus, Testament y Kreator.
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