Lord Bishop: Sala Nana, 6/3/2019

Hacia tres años que el señor Lord Bishop no visitaba nuestro país y esta vez lo hacía para presentarnos su ultimo álbum, Heavy 10, un disco de versiones de clásicos del blues y del rock de los años ’60 y ’70.

He de reconocer que nunca había oído hablar de éste guitarrista americano afincado en Alemania, siendo  para mí un total desconocido, por lo que empecé a ponerme al día con su musica y trayectoria, descubriendo que había tocado con artistas de la talla de Johnny Winter o Living Colour entre otros.


Había buena entrada de público en la sala, en la que a modo de Jam Session con una excelente base rítmica formada por el batería brasileño Duda «The Bricklayer» y el bajista argentino afincado en Madrid, John Chevyk Medina, comenzaba esta fantástica velada.

John nos contaba que llevaban cinco conciertos seguidos dándolo todo, por lo que nos invitaban a pasar una gran noche de rock & roll. En ese momento noto que alguien me pone la mano encima y girándome hacia atrás, veo a un tipo enorme y grandullón con cara de pocos amigos, vestido de una forma un tanto peculiar (llevaba una chaqueta negra llena de parches, un pantalón rojo de terciopelo y el típico sombrero de cowboy con la bandera americana) pidiéndome permiso para subir al escenario, era el auténtico Lord Bishop, el autoproclamado  «rey del motorfunk de Nueva York».

Una vez arriba , cogió una guitarra muy llamativa, muy parecida a una fender, la cual le quedaba como si fuera de juguete debido a su gran envergadura, y arrancó con «Ain’t no sunshine» de Bill Withers, un tema un tanto extraño para comenzar un concierto dada su lentitud, pero que fue cogiendo fuerza gracias a su portentosa y desgarrada voz, acompañada de grandes guitarrazos a lo Hendrix. Después de este tranquilo comienzo, empezó a descargar temas de cosecha propia, endureciendo su sonido hacia un estilo mucho más potente de Hard Rock con toques funk. Era de admirar la gran pedalera de efectos que llevaba consigo, donde podía llegar a emular con su guitarra ese gran sonido del Hammond. El ambiente que se respiraba era de auténtica satisfacción, la gente estaba totalmente entregada.

Continuó con otro excelente cover, el «Woke up this morning» de B.B.King, ocasión que aprovechó para bajar del escenario y entremezclarse entre el publico asistente, acosando y avasallando cara a cara con sus solos de guitarra a los que allí estábamos presentes, instantes en los que teníamos que tener mucho cuidado de que con sus continuos vaivenes y desenfadados movimientos de guitarra, no nos diera con el mástil en la cara.

Después de estos momentos de frenesí  volvió a subir al escenario y preguntándole el nombre a una de las chicas que estaban en primera fila, le dijo bonito nombre y bonita chica, y le dedicó una canción de amor. También  homenajeó a Syd Barrett de Pink floyd, para seguir con el típico blues que habla de una chica mala que te ha roto el corazón. Después de estos pasajes mas tranquilos llegó el momento mas apoteósico de la noche, fue cuando empezaron a sonar los primeros acordes del «whole lotta love» de Led Zeppelin, la gente se volvió literalmente loca y no paró de menearse y de cantar, seguido de grandes versiones como el «Jumpin Jack flash» de Rolling Stones y del «Cocaine» de J.J.Cale popularizada por Eric Clapton.

Acto seguido el Señor Bishop y el bajista Johnny rock & roll como asi lo llamaba éste, abandonaron el escenario para dejar sólo al brasileiro Duda, que nos demostró que era un excelente baterista con una gran técnica y pegada, dejándonos asombrados a los que allí estábamos presentes.

Lord Bishop volvió a subir al escenario y él sólo acompañado de su guitarra dedicó la canción «Darkness» a todos aquellos músicos que han muerto por suicidio, depresión y sobredosis, como Janis Joplin, Kurt Kobain, Layne Staley (Alice in Chains), Chester Bennington (Linkin Park) o Chris Cornell entre otros, este tema fue coreado por un espontáneo entre el público presente, por lo que el señor Bishop lo invitó a subir al escenario y cantar con él. Continuó con el cover «Freedom» de Richie Havens, invitando a subir al escenario a tres chicas que no pararon de bailar.

Se despedían y Bishop (traducido también por su bajista) nos volvía a recordar que su último album Heavy 10, había tenido un gran éxito y que se había agotado en sus anteriores conciertos, por lo que nos invitaba a que nos pasáramos por su puesto de merchandising y previo pago, dejáramos nuestros datos para que él nos lo pudiera enviar. Después de una gran ovación, nos premiaban con «Love zone» y como apoteósico y colofón final el «Hey Joe» del maestro Jimi Hendrix, con el que terminamos totalmente rendidos a sus pies.


Tremendo, fantástico y electrizante bolo el que nos ofreció éste powertrio, recordándonos a aquellos maravillosos grupos de los ’70, como Cream o la Jimi Hendrix Experience, con el que Mr. Bishop arrasó y nos hechizó con toda la magia de rock, blues y funk que desplegó de su guitarra. Fue una gran noche para recordar, en la que todo el mundo se fue a casa con una gran sonrisa de oreja a oreja. Un espectáculo que recomiendo a todo aquel que tenga la oportunidad de ver y que porsupuesto volveré a repetir si tengo la ocasión de hacerlo.

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