¿Morir o renovarse?

Existe un tópico, una ley no escrita dentro del mundo del rock que nos ha llevado a pensar que cuando en una banda ya no están la totalidad de sus miembros originales ya ha perdido su esencia y ya no son ellos mismos e incluso llevándonos a proferir comentarios tan atrevidos como «Es que no son los originales, deberían separarse». Partiendo de la base de que en el cómputo global, los casos de bandas con un largo recorrido que han mantenido una formación estable son una ínfima minoría, me gustaría poner algunos ejemplos de lo que nos habríamos perdido si tras alguno de esos cambios… estas bandas hubieran decidido dejarlo por no estar todos los que empezaron:

-IRON MAIDEN: Tras la salida del cantante Paul Di´Anno en 1981, la banda británica buscó como sustituto a un joven llamado Bruce Dickinson procedente de Samson. Nos habríamos quedado sin la época dorada de la doncella.

-LEÑO: En plena grabación de su álbum debut de 1978, el bajista Isidoro «Chiqui» Mariscal (DEP) decidió dejar la banda siendo sustituido por Tony urbano (DEP). Nos habríamos perdido álbumes como «Toca madera», «Corre corre» y «En directo», historia del rock nacional.

-LOS SUAVES: La banda Ourensana se quedó en cuadro tras la grabación de su debut «Esta vida me va a matar» (1982), quedando al mando de la nave los hermanos Domínguez. Hablamos en este caso de habernos perdido cuarenta años de trayectoria y canciones emblemáticas.

-SEPULTURA: El vocalista y guitarra Max Cavalera decidió abandonar la formación después de su exitoso «Roots». Bien es cierto que los Sepultura con Derrick Green tardaron un poquito en conectar debidamente con el público, pero los nueve trabajos grabados con el avalan la trayectoria: «Roorback» (2003) «A-Lex» (2009) o el reciente «Quadra» (2020″ son grandes trabajos.

-BARRICADA: La banda navarra de La Txantrea sufrieron la desgraciada muerte del batería Mikel Astrain y el abandono del vocalista y guitarra Sergio Osés tras la publicación de su primer álbum «Noche de Rock & Roll» (1983). Nos habríamos perdidos catorce álbumes de estudio y unos cuantos más en directo con temas que forman parte del imaginario popular rockero.

-HELLOWEEN: El caso de los alemanes es bastante significativo, aparte de la salida del carismático Kai Hansen en 1989 o del vocalista Michael kiske en 1993, tuvieron múltiples cambios de formación manteniéndose como únicos miembros estables el bajista Markus Grosskopf y el guitarrista Michael Weikath. Estaríamos hablando de habernos perdido grandes obras de la era Deris como «Master of the rings» (1994) , «The time of the Oath» (1996) o «Better than raw» (1998).

Los ejemplos podrían extenderse muchísimo más, pero sirva esto como una pequeña muestra para que seamos conscientes de que la marca de una banda va mucho más allá de que sigan ciertos componentes. Lógicamente la falta de vocalistas carismáticos o compositores que asumían el papel del liderazgo creativo se nota mucho en algunos casos, llegando incluso a parecer una banda diferente. Lo cual no significa que sean malos trabajos.

Lo dicho, gracias si habéis llegado hasta aquí.

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