
Nuevo periplo en el festival que se ha convertido en cita ineludible del verano para el que suscribe. Después de más de una década viendo y viviendo edición tras edición, he sido testigo de la evolución y crecimiento del evento. Evolución en cuestión de prestaciones y servicios (y todos sabemos de qué servicios estamos hablando) y también evolución en cuanto a diversidad musical. En cuanto al crecimiento, digamos que he visto el acelerado desarrollo del precio de las entradas y la cerveza desde su más tierna infancia hasta su pletórica madurez actual.
Por otra parte, tras todo este tiempo es agradable observar cómo el Leyendas se ha convertido en un festival mucho más familiar, con un significativo aumento de niños entre el público y la muy acertada decisión de la organización de habilitar un servicio de ludoteca para los más peques. Bien por ellos.
Y en cuanto a los grupos, poco que añadir a lo que ya conocemos de otros años: oferta variada de géneros, nacionalidades -con las pertinentes dosis de rock patrio- y épocas y algo que nunca me cansaré de reivindicar, que es la importancia del escenario “pequeño” (antes “Mark Reale” ahora “New Rock”) que, salvando sus evidentes deficiencias acústicas, alberga muchas y muy interesantes bandas de antes y de ahora. Vamos al jaleo.
All For Metal
La palabra para definir a All For Metal bien podría ser “poderío”, en el sentido musical, en el escénico y en el muscular. Estos primos no tan lejanos de Manowar (al fin y al cabo sólo les separa un océano) practican un power metal cargado de estética épica/nórdica. Fuego, sudor y melodía para conquistar el mundo, con el permiso de las hordas de Eric Adams. Se rumorea que, junto a Manowar, han adquirido todos los derechos de la palabra “metal”.

The New Roses
La propuesta de hard rock más clásico de todo el Leyendas. Rock de corte americano, pinceladas de blues, cierto toque sureño y grandes melodías. Cóctel ideal para una tarde de verano. Y aunque lo parezcan, no son americanos, son alemanes.

Kisinn’ Dynamite
No descubro nada si digo que Alemania es una de las mejores y mayores factorías de grupos de hard rock. Para quienes les gusten las listas de “mejores”, Kissin’ Dynamite no estaría incluida en los primeros puestos en la de “bandas de hard/heavy alemanas”, más por no prodigarse excesivamente por estos lares que por su calidad. Nunca dejaré de sorprenderme de la capacidad de ciertos grupos (se me viene a la cabeza KISS) para componer uno tras otro temas adictivos, llenos de melodías, guitarras resultonas y contagiosos estribillos. Si no te pones a dar botes con estos chicos es que se te olvidó el audífono. Y para curiosos: el nombre del grupo viene de una canción de AC-DC.

Behemoth
A pesar de no ser fan del metal extremo, encuentro interesantes estos grupos porque despiertan mi curiosidad y cada vez que los veo me generan nuevas preguntas: ¿El vocalista hace ejercicios vocales antes de actuar? ¿El batería cobra más que el resto de la banda? porque a mí siempre me parece que trabaja así como tres veces más ¿Cuánto tiempo tardan en maquillarse? Cuando salen de gira ¿dónde lavan la ropa? Y algunas más relacionadas con su vida personal: ¿En su vida cotidiana siguen los mismos preceptos ideológicos, filosóficos y religiosos que transmiten en su música? Y más cosas del día a día. Ejemplos:
1. En el cole, el hijo (si es que lo tuviere, que no lo sé) del vocalista Adam Darski es interrogado por la profe sobre la profesión de su papá. El resto de compañeros de clase han contestado cosas del tipo “oficinista”, “taxista”, “operario en la fábrica”, etc. El niño, al que llamaremos Pawelito, se limita a mostrar una foto de su padre en una de sus actuaciones y la profe inmediatamente lo manda al despacho del orientador y activa el protocolo de alerta a los servicios sociales.
2. Extracto de la conversación del grupo de whatsapp del AMPA del cole de Pawelito:
-Primer punto del día. Ampliación de la zona aparcamiento para bicicletas.
-Seréis condenados a vagar de rodillas por los confines del Averno.
-Segundo punto. Desestimación del curso “Satanismo: Iniciación al sacrificio ritual de humanos” como actividad extraescolar solicitado por Adam Darski, papá de Pawelito.
-Os arrancaremos todos los miembros y se los echaremos de comer a los cerdos. Nos haremos un centro de mesa con vuestras vísceras, zorra putrefacta. Me comeré tu hígado acompañado de habas y un buen chianti visivisivisivisi…
-Perdone, señor Darski, eso último no es muy original. Es de El Silencio de los Corderos…
-Los corderos sois vosotros y nosotros los lobos que devoraremos vuestras impías almas…
3. En el supermercado, dos vecinas:
-¿Has visto? Es Adam Darski, el padre de Pawelito.
-¿Te has fijado que no compra nada de carne? Debe de ser vegano.
-He oído que sólo come carne la noche que toca sacrificio humano, y no precisamente de ternera o de cerdo…
Al margen de todo esto, en lo estrictamente musical, magnífico concierto, aunque tal vez abusen un poco de los temas más comerciales.

Royal Hunt
Una de mis cuentas pendientes desde que cayó en mis manos su disco “1996”. Los distintos cambios de formación de esta banda danesa de sinfónico-progresivo desde que se formó en 1989 no le han impedido tener una fructífera carrera, con 16 discos en estudio y 5 en directo. Un grupo que estuvo en lo más alto en Europa y al que en el Leyendas le pasó todo lo que ninguna banda desea: escenario pequeño, aunque hay que reconocer que el sonido fue más que aceptable; problemas técnicos, que hicieron que empezaran con casi media hora de retraso; coincidencia horaria con el cabeza de cartel -Amon Amarth- en el escenario principal, y la consecuente escasa concurrencia de público. A pesar de todo esto y de que no tocaran ni uno solo de los temas de su etapa inicial, fue una gozada poder disfrutar de la excelencia de un grupo que aúna grandes temas con una ejecución impecable. Espectacular retorno de Mark Boals a una banda que le viene como anillo (de fuego) al dedo. Chiste de resabiado, perdón.

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