Easy Rider- Guadaña- Absolom- Astter
Sala El Tren (Granada) 21/1/23
No podría explicar las ansias o ganas que tenía de disfrutar por fin un concierto en sala después del último concierto de junio del año pasado, precisamente con Guadaña pisando la (de momento) extinta y añoradísima Sala Nana de Ciudad Real. El simple hecho de desplazarme desde Benalmádena hasta Granada capital, era tan excitante y tan ilusionante como por ejemplo, los otrora viajes de 200 kilómetros hasta la capital para ir a la también extinta Sala Macumba. El excelente motivo en esta ocasión era asistir al Primer Granada Festival RK Music Talent, cuyo principal promotor Manuel Pérez fue el organizador prioritario y un excelente anfitrión. Una primera iniciativa con bandas honestas, auténticas, patrias, legendarias y nuevas, para mí en este caso, una bocanada fresca de rock, muy contraria a la cantidad de conciertos que por mi zona están copando en torno al 90 % de las actuaciones en los locales con bandas tributo parciales o totales. No entraré en este debate, ya que son decisiones muy personales y todo el mundo necesita comer y pagar sus facturas, pero simplemente me parece triste esta peligrosa tendencia.
Pues bien, siendo muy puntual, justo entrando por la puerta de la enorme y en este caso fría sala El Tren de Granada, coincidí con el inicio de Astter, una nueva banda que hacen un heavy metal ciertamente melódico, fresco a la vez que endurecido, cuyo protagonismo recaía en su vocalista Bianca, con una voz bien modulada pese a los nervios de su primer encuentro en masa. Muy bien escoltada por sus dos guitarristas Esteban y Jose Manuel, afanadísimos en sus instrumentos al igual que Ricardo en el bajo, dirigiendo una base contundente con el batería Manu. Presentaban un primer EP en exclusiva aún no editado, por lo tanto jugaron a arriesgarse y salieron más que airosos, dejando gratamente sorprendidos a los asistentes, incluido un servidor. Nota curiosa fue el cuarto tema de los cinco que interpretaron que resultó ser una versión heavy del Just Dance de Lady Ga Ga, con gafas festivas de colores incluidas. Un inicio de festival excelente con sangre fresca y honesta para calentarnos antes de disfrutar de Easy Rider.
Para entonces, la sala presentaba su máxima asistencia en esa noche, algo más de 100 personas expectantes y con el magnífico sabor de boca que Astter habían dejado.
Casi sin darnos cuenta los vallecanos Easy Rider comandados por Dess Díaz irrumpieronsobre el escenario. Y lo hacían con fuerza, con mucha energía y un sonido nítido y efectivo, de hecho fueron los que mejor sonorización tuvieron en toda la velada gracias a que llevaron a su propio técnico de sonido, y eso siempre es un plus. Presentaban íntegramente su disco Metamorphosis (2021), un compendio muy bien escogido de temas regrabados de sus tres primeros álbumes, pero en este caso cantados por Dess, reactualizados, modernizados y dinamizados. El set list fue exactamente el mismo que hicieron cuando los ví en el Algarroba Rock del 10 de septiembre del año pasado junto a Soziedad Alcohólica, Muro, Leize, Trallery y Retador. En aquella ocasión era la segunda vez que veía a Easy Rider desde el Eurometal de 1999, como dato curioso (aunque para ser sinceros, los recuerdo bien poco por razones de juventud y excesos).
Volviendo a la noche granadina de la Sala El Tren, la banda madrileña hizo un show sobrio, efectivo y si cabe, más compacto que en el Algarroba Rock, abriendo como entonces con “Perfecta Creación” de su primer álbum de estudio, con las portadas de sus álbumes editados hasta la fecha proyectándose en una pantalla detrás de José Roldán, apabullante a la batería. Pero es que “Lord of Storm” le iba como anillo al dedo a continuación, siendo esta feroz, poderosa, eterna… Javier Villanueva y Daniel Castellanos a las guitarras iban alternando riffs y fogonazos de manera magistral, colándose entre ellos eficaz y contundentemente José A. Villanueva al bajo. Easy Rider estaban demostrando una tremenda actitud y una mayor entrega, llegando a su momento más álgido con “Evilution” y esas partes tan progresivas que particularmente me alucinan.
Tras un arrollador “The New Jerusalem”, dieron paso a “The Deal”, del futuro nuevo álbum, una enorme perla de lo que se intuye será un verdadero renacimiento o nueva resurrección de la banda después de 35 años. Dess estaba cómoda y cubriendo su rol a la perfección, así como vocalmente hablando se la veía pletórica y muy concentrada. Ella misma dedicó “Savage Rage” a toda la comunidad metalera y a los congregados, finiquitando el show con “Vampire prelude” y la sempiterna “Stranger”. Salieron triunfantes, se mostraron impolutos, ultraprofesionales y muy entonados.
De nuevo sin dilación y aún asimilando lo que acabábamos de presenciar, aparecieron en escena Guadaña para seguir presentando su magnífica obra maestra “Erytheia”, pero esta vez con cambios en la formación muy significativos. Por un lado Pablo Casas abandonaba el barco por circunstancias personales, siendo sustituido por Moyano en el kit de batería, que por cierto, lo hizo absolutamente bien todo, pese a ser su primer concierto oficial con la banda, y a Juanma Padrón, también por diversas razones, lo supliría con muchísima solvencia Tony Sánchez, el cual se mostró literalmente emocionado y feliz una vez acabado el concierto. Sin embargo, el comienzo del concierto vino marcada por problemas de modulación en los micros de Glory y Salva, los cuales se afanaban por mantenernos activos con “Retar al abismo” y los “Guerrero de la tempestad”. Esas dificultades sin embargo no las sufrían la base rítmica compuesta por Moyano y Fran Tineo “Chesky”, a los que tildaría de metrónomos auténticos.
Para “Sangre de mi sangre”, los problemas de sonido habían mejorado sustancialmente y esa sensación hicieron que disfrutase y me concentrase también en los dos “leñadores” que cerraban el combo andaluz, Antonio Medina (¿habéis escuchado su proyecto personal thrash, Medictum?… hacedlo) y el anteriormente nombrado Tony Sánchez. La maquinaria Guadaña estaba a pleno rendimiento, más aún con la interpretación de la preciosa “Erytheia”, seguida de “Una aventura más” y “Yo soy la ley” con un sorpresivo final gutural por parte de Chesky y A. Medina. Sin embargo fue un mazazo recibir la noticia por parte de la banda que por razones de horarios, la siguiente canción sería la última, lo que generó un gran desconcierto, aunque para suavizar el desasosiego, tratándose del tema “Karma”, resultaría un ligero bálsamo que nos complació a todos de alguna manera. De este modo tan abrupto, pero con Guadaña agradeciendo elegante y gentilmente a la audiencia su aliento, entrega y apoyo, dieron por concluida su actuación.
Era turno de Absolom, o lo que es lo mismo, el lejano proyecto de Manuel Arquellada “Maolo”, acompañado por sus fieles escuderos Antonio Ortiz al bajo y Juan Manuel Urbano a la guitarra, ambos con un peso enorme en la dirección de la banda. El segundo guitarra que actuó, he de nombrarle pero no alcancé a saber su nombre, pese a que cumplió muy bien con su tarea. Por su parte, y llevándose todo el protagonismo por su envergadura y vozarrón, Julio Pérez se mostró muy solvente, con una enorme facilidad para llegar a notas muy altas, adoleciendo quizás, y supongo que eso lo corregirá, un exceso de speeches que hacía ralentizar el ritmo que imponían.
Presentaban La era del Caos, un disco muy reivindicativo, muy Megadeth en cuanto a su temática, con complicadas e intrínsecas letras y en ocasiones difíciles rimas, sobre todo para cantarlas, pero en general, allí tuvieron un grupo de condicionales que se sabían las canciones pese a llevar poco tiempo en el mercado. Mucho ha llovido desde su primer concierto junto a Muro allá por Noviembre del 2001, y en este caso, no fue adalid para rescatar de inicio “Nuevo camino” y “Sueños de Realidad” de su EP Nuevo camino (2005). Ello dio rienda suelta para presentar cinco temas del nuevo disco, “Oxigeno infectado”, “No quedarás en el olvido”, referida al sufrimiento generado por la pandemia, “Rasputín” una festiva cover, aunque no es mi favorita ni mucho menos, “La era del Caos”, ultracomplicada letra y por supuesto “Ascensión”, quizás esa sí sea mi favorita y por lo que observé, la de la mayoría del público. Sin embargo ya no había tiempo para más, por lo que en ese justo momento el Primer Granada Festival RK Music Talent bajaba el telón y por mi parte, me generó una enorme satisfacción, por diversos motivos, por la música original en directo, por la entrega y profesionalidad de las bandas, por dos enormes y satisfactorios descubrimientos, Absolom y Astter, por unos “viejos” reencuentros con Easy Rider y Guadaña, y por tener la esperanza de que un segundo Festival promovido por RK Music Talent pueda ser viable, pero a ser posible, con más tiempo, menos frío y más acierto con el sonido. El viajecito de ida y la tardía vuelta valió la pena con creces, así que si hay más ediciones, por allí o aquí sobrevolaré.
(Mencionar a ese chaval que se hizo una foto conmigo simplemente por mi presencia o el impacto que le produje, savia nueva en un concierto de heavy acompañado por su madre y tía, un gesto que les honra en estos tiempos de música de usar y tirar. Necesitamos más cachorros del Metal como este chaval, ¡¡¡¡¡NO DEJES DE ACUDIR A LOS CONCIERTOS, POR DIO!!!!!)
Dejar una contestacion