Este grupo de Barakaldo llamado Vhäldemar nace a finales de los 90 gracias a la idea del guitarrista Pedro J. Monge junto al cantante y guitarrista Carlos Escudero de formar un proyecto de Heavy Metal. A día de hoy, con el quinto disco recién editado, se postulan como un referente dentro del panorama nacional de rock duro.
¿Y qué hay de nuevo en esta gente? He leído mucho de ellos, desde críticas que los ensalzan hasta feroces y malintencionadas redacciones acerca de lo que hacen. Lo novedoso es que se necesitaba un grupo así a nivel nacional, un combo bien cosido y compacto que pese a los cambios de formación a lo largo de estos casi 20 años desde su confección, su estilo no ha variado demasiado, sí su calidad, aumentando exponencialmente en cada disco.
Lo primero que te viene a la cabeza es qué hubiera ocurrido si el gran Kai Hansen se hubiera tropezado con Manowar y hubieran decidido hacer un proyecto, y de paso llamar a un tal Yngwie J. Malmsteen para que les apoyara en algún solo de guitarra. Pues que le hubieran puesto un nombre bien chulo con un apóstrofe en alguna vocal y listo. Eso es Vhäldemar. Un viento huracanado que arrasa por el escenario, sala, recinto o estadio que visita, con riffs asesinos, elaboradísimos, base rítmica hiper contundente, líneas vocales curradas con estribillos asequibles, coros grandiosos…, y sobre todo una calidad sobrada, lista para saltar fuera de nuestras fronteras como se refleja merecidamente en las tres fechas que tienen programadas para agosto – septiembre en Japón.
Su primera maqueta en 2001, dio paso al primer disco, “Fight To The End”, con trallazos como “Energy” o la homónima en marzo de 2002 y a su segundo disco de estudio “I Made My Own Hell” (demoledora “House of war”, desde Death Hector´s Reward de Manowar del 92, no había escuchado nada tan rabioso) a finales de 2003, siendo todos editados por Arise Records.
En 2010, después de un parón creativo, sin ataduras discográficas, autoeditan “Metal Of The World”, donde Carlos Escudero se centra en la voz delegando la guitarra rítmica a un quinto miembro. Este disco supuso un nuevo salto de calidad, tanto a nivel compositivo como referencia de lo que vendría después. Véase o escúchese “Bastards” o “Dusty Road”.
“Shadows Of Combat” en 2013, según el propio grupo, iba a ser su álbum culmen, insuperable, al menos hasta la fecha. Un disco maduro sin perder ni un ápice de contundencia ni la identidad de Vhäldemar, pero más variado en cuanto a estilos siempre dentro del Heavy metal clásico, momentos espídicos, hardrockeros, powermetaleros, hímnicos, épicos… Todo ello con una cuidada y metódica producción del propio Pedro J. Monge. Sublimes todas las composiciones, y como ejemplo “The Rest Of My Life”, “Danger Street” o la homónima.
En Noviembre de 2017, sale a la luz su quinto álbum, “Against All Kings”, anticipado por el EP “Old King´s Visions” de 5 temas y que anunciaban las líneas de una nueva obra increíblemente compacta, metalera, un cañón sónico y el golpe definitivo hacia el camino al Olimpo del Metal Nacional y, por qué no decirlo, la irrupción violenta en el ámbito internacional. Cualquier tema es brutalísimo para hacerse una idea de la calidad de esta obra, digna de la firma de cualquier “vaca sagrada” del Metal en sus mejores tiempos.
La formación actual la componen Carlos Escudero (Voz), Pedro J. Monge (Guitarra), Raúl Serrano (Bajo), Jandro (Batería) y Jonkol Tera (Keyboards)
La Era Vhäldemar ha llegado.
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