Después de la Resaca del primer día, llegaba el motivo de mi embarque particular en el Festival Download, la jornada de Guns N´ Roses, pero antes me apetecía ver a Bullet for my Valentine por primera vez así que nos situamos en un buen sitio para posteriormente ver en preferente a los Guns.
Empezaron los galeses puntuales aunque con cierta sobriedad, sin preámbulos ni nada, presentando su nuevo álbum Gravity, que además salía a la venta ese mismo día. Empezaban con Don´t need you, tema efectista con las características Metalcore del grupo pero con una vuelta de tuerca acercándose al hard rock moderno tan de moda en estos tiempos. Eso sí, ni un solo de guitarra, por lo que sonaba un poco raro. Tras él, Over it, con sonidos reminiscentes de los suecos In Flames, de lo que hacen ahora, por supuesto. Un tanto descafeinado pero que en directo, como suele ocurrir, suena potente.
Your Betrayal desató las primeras locuras de sus fans más acérrimos con esa entrada atronadora del batería Jason Bowld, secundado poderosamente por Jamie Mathias al bajo. El calor que hacía en esos momentos y las ocasionales ráfagas de viento que traían los efluvios hediondos de la depuradora de aguas cercana, no amilanaron los ánimos del público, más aún cuando entró a escena 4 words (to choke upon), de su aclamado disco tercer disco Fever del 2010. Alternándose gritos desde todos los pies de micro, los BFMV, recuperaban ese espíritu Metalcore que les ha caracterizado y que con su último disco, han querido alejar en poco. Pero con Scream aim fire demostraron que sus fieles acólitos y no tan fieles, fliparon con ese sonido duro más próximo al thrash que al Metalcore de ese discazo homónimo del 2008.
Piece of me, sería la última canción en presentarnos de su último álbum, un tanto descafeinada, para rematar con unos de sus hits más conocidos, removiendo a todo el público de sus posiciones apretadas, Tears don´t fall, y cerrando el concierto con Waking the demon.
En definitiva, un concierto cortito pero efectivo, donde Matt Tuck se mostró serio y poco comunicativo con la gente, cumpliendo en su papel de frontman, ataviado con una camiseta de uno de sus grupos idolatrados, Metallica, y apoyado fielmente por Michael Paget en la guitarra principal. Percibirían que ellos no eran el motivo principal del llenazo del Main Stage. Aún así cumplieron.
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