Extirpating the infected + Tummo + Celtibeerian

Cada vez que recuerdo la noche del sábado la palabra que se me viene a la cabeza es Divertido. Sí, soy consciente de que «divertido» es un adjetivo más apropiado para un espectáculo de Cantajuegos que para una velada de Rock Metal. Digo divertido porque es la sensación que me transmitió el evento desde primera hora hasta que finalizó. Tres grupos diferentes, de diferentes disciplinas del Metal y con diferentes trayectorias con un denominador común: pasarlo bien y hacer que la peña lo pase bien, tan sencillo y tan grande como eso. Y cumplieron con su cometido, vaya si lo cumplieron…

Empieza la gente a llenar la sala y comienzo a dislumbrar a los seguidores de Celtibeerian ataviados con ropajes para la ocasión. Realmente es digno de mención la capacidad de interés que genera esta banda allá por donde pisa y la peregrinación de fieles que asisten al culto religiosamente cada vez que anuncian fechas. Allí había gente que repetía, y mucho, eso seguro.

 He de confesar que desconocía totalmente la existencia de las bandas locales, la vida me ha llevado muchos años por parajes manchegos y ahora que he vuelto estoy descolocado con la escena cordobesa. Un error por mi parte, y una alegría por otra, porque las sorpresas fueron realmente agradables.
Para empezar tenemos el Brutal Death de Extirpating the Infected, o cómo empezar la gala con una hostia en la cara. Voz potente con dominio pleno del gutural, ritmos endiablados, riffs vertiginosos… sorprendente el control de todos los resortes que hay que dominar para atreverse con esta música en directo. La gente también traía el chip de pasárselo bien puesto de casa y desde la primera nota fueron a darlo todo.
Toda la actuación fue un pit constante y sin fin. Siempre me parecerá sorprendente la cada vez mayor cantidad de adeptos de este estilo musical siendo, a priori, uno de los mas inaccesibles. Algo tendrá que ver el nivelazo de grupos como Extirpating the Infected.
No solo se trata de repartir cera, hay que repartirla, pero bien, y estos chavales lo hacen de miedo. Mucha soltura, seguridad y muy equilibrados. Nadie dijo que fuera fácil, pero este es el camino.
 Breve pausa, cambio de instrumentos y llega la hora de Tummo. De pronto mis admirados Dillinger Escape Plan se apoderan de mis admiradísimos Glassjaw y combustionan en una explosión de Groove-Metal, Math-Metal, Death y no sé qué carajo más Metal y ante mis ojos se desata la locura.
 
Atronadores, rápidos, agresivos, técnicos. Su mezcla de estilos y su actitud en el escenario resultaba realmente eléctrica (pero por Dios, ¿de dónde ha salido esta gente?). Un auténtico espectáculo físico de precisión.
Punto aparte merece el frontman de la banda, puro nervio musculado que no paraba de ir de un lado para otro interactuando con compañeros y público, una locura. La gente de nuevo como loca reventándose a pits pasándoselo en grande (¿había dicho divertido?). En el tramo final de la actuación se cascaron una cover de Laid To Rest de Lamb Of God que hizo las delicias del respetable y lo puso todo patas arriba. Realmente disfruté de la actuación.
El grupo se despide y yo me quedo con la sensación agridulce de haber presenciado a una banda con el doble de talento que muchos grupos que se mueven en los mismos sonidos y son mucho mas conocidos, una pena. Habrá que estar alerta a próximos movimientos de este grupo de Palma del Río, yo desde luego lo estaré.
La muchachada del público se seca el sudor, salen a descansar y empiezan a posicionarse los fans de Celtibeerian hasta ocupar todo lo abarcable frente al escenario, lo dicho, digno de mención lo de este grupo con sus seguidores.
El propio grupo se encarga de transformar el escenario con su parafernalia y llevarnos a ese bosque encantado y lleno de leyendas que siempre han sabido trasladar con su música. La gente se agolpa más y más y ya nadie se movería de sus sitio, hay que disfrutar del culto.
Empieza a sonar la intro de su último trabajo, Deiwos, y la audiencia no para de aclamarlos, acaba la intro y como no, los ciudadrealeños abren fuego con el tema que da título al disco.
Desde el minuto uno se produce una comunión con la gente que no cesará hasta el punto final del bolo. Se saben ganadores y no paran de demostrarlo con confianza, el escenario es suyo. Hay que destacar la presencia cada vez más importante de Patri, no hace más que sumar, tanto en estudio como en directo aporta matices que complementan muy bien con la identidad de la banda.
Seguimos repasando el nuevo material con la festiva The Harvest Song, el grupo ya está totalmente suelto y Gus empieza a recurrir a su humor haciendo inevitables referencias al consumo de cerveza y demás folclore rockero (¿alguien dudaba que esto era una fiesta?)
Toca sacar los clásicos a pasear y nos deleitan con Praise to the vineyards, de su primer disco y funciona perfectamente como continuación de la fiesta. Vity sonaba perfecto poniéndole el ritmo a toda la máquina, impresionante; Julián (Vasco) manteniendo el gran nivel y Dagda a lo suyo, carismático y polivalente, no sé qué pasará con este chaval cuando le dé por experimentar con más instrumentos. Despues llegaría la delicia instrumental de An Dro.
Volvemos a Deiwos con The wolf I am donde Patri se hace protagonista absoluta, muy bien escoltada por Dagda dándole al gutural. Una canción con muchísimo potencial y que se multiplica en directo. Un temazo, vamos.
Seguimos dándole cera al último disco con Fear my beard y el público disfrutando de lo lindo, sin respiro alguno.Volvemos al pasado, esta vez para rescatar This simple life de su disco Keltorevolution.Rápidos , contundentes ,aquí no se para nadie.No abandonamos su segundo trabajo, llegan Kladimoi y Win another battle, la fiesta continúa.
Nos vamos acercando al final y sabemos que llega la artillería pesada: The path, el temazo que abre su primer disco, la gente como loca y para acabar Looking for Beer, cervezas, folk y metal, ¿que más se puede pedir?.
Acaba el bolo y el público se queda con ganas de más, es lo que pasa cuando a un yonki le das de su droga favorita. Poco a poco la gente empieza a abandonar la sala, yo por motivos personales me voy inmediatamente y me pierdo las cervezas post conciertos de rigor. Cojo el coche, llego a casa, son las 1:30 ya, despierto sin querer a mi mujer que estaba dormida en el sofá y me pregunta:
«-Cómo ha ido?
-Divertido.
-Divertido?
-Sí, yo me lo he pasado pipa»

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