Foreigner – 40 aniversario – Madrid 10/6/2017

Han pasado ya siete años desde que vi a Foreigner la última vez, fue en el festival High Voltage en Londres, así que no podía dejar pasar la oportunidad de verlos ahora, encima en su 40 aniversario. Con un «sold out» desde hace unas semanas, la Sala La Riviera estaba llena de fans de todas las edades esperando impacientes a que salieran.

La música se apaga y aparece en escena Michael Bluestein, teclista del grupo desde hace 9 años, provocando los gritos entusiastas del público, que no pararon hasta que salieron todos los miembros y empezaron a sonar los acordes de Double Vision; nada más empezar a cantar Kelly Hansen ya te podías dar cuenta de que el sonido iba a ser perfecto; batería, guitarras (tres guitarristas encima del escenario…), bajista, teclado, coros… Todo perfectamente sincronizado para hacernos disfrutar de lo que ya sabíamos de sobra que iba a ser un gran espectáculo.

Suenan Head Games y Cold as ice, Mick Jones se acerca al teclado que han colocado en el escenario y comienza con los acordes de Waiting for a girl like you, siguiendo con That was yesterday.

Dirty white boy nos sacude un poco después de esas dos canciones algo más «relajadas» dando paso a  Feels like the first time. El bajista Jeff Pilson (Dokken y Dio) no para de moverse por todo el escenario, en contraste con Mick Jones, que se mantiene en su sitio solo desplazándose al centro del escenario en alguna ocasión.

Momento saxo con Urgent, con un Thom Gimbel sublime, demostrando que el multinstrumentista está en plena forma.

Llegó la hora de los solos de la mano del teclista y del batería, Bluestein y Chris Frazier (Doro, Steve Vai, Whitesnake), con los que el público se relajó durante el tiempo que duró, unos diez minutos que se hicieron algo largos.

El tiempo de relajación se rompió (afortunadamente) cuando empezó a sonar Juke Box Hero, tras la cual se dieron un pequeño descanso, escuchándose los «oeoeoeoeoe» de la gente, a sabiendas de que faltaban canciones por sonar.

Foreigner vuelve al escenario con Long long way from home; la guinda del concierto llega con I want to know what love is, haciendo que la gente se volviera loca ya del todo.

Suena Hot Blooded y… llega el fin. Ahora sí que se despiden, tirando al público púas y despidiéndose de la gente.

Un concierto corto, con un sonido excelente y unos músicos en plena forma (bueno, Jones hace lo que puede, tiene 72 años); se echaron en falta alguna canción más y el sentimiento general es que el solo de teclado y batería debería haber durado menos, dando tiempo a esos clásicos que no tocaron.

 

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