Machine Head: 02/04/2018, Sala La Riviera

Foto móvil: Txema

Maximísima expectación por ver lo que nos ofrecían los de Oakland. El tiempo en Madrid acompañaba el final de la tarde e invitaba a refrescar las cuerdas vocales, lo que hizo que llegáramos mi colega Txema y yo sobre las 20:50 al final de una larga cola para entrar en la Sala. Siendo las 21:00 horas, se escuchaba de fondo una intro y un inicio de concierto demasiado familiar, los Machine Head habían empezado mega puntuales, lo que hizo que cientos de rezagados nos perdiéramos el comienzo, y algunos hasta 20 minutacos más tarde no pudieron acceder.
El caso es que finalizando Imperium entramos a la arena de La Riviera, con ardor guerrero y dispuestos a dejarnos la piel como acababan de empezar a hacerlo los Machine. Estaban sonando de lujo, bregándose a fondo en esta importante “plaza” de su tour por Europa. Volatile demostró que estos músicos, estos Lores del Metal, hacen lo que hacen porque son increíblemente buenos, técnicos, energéticos, creativos y con un concepto de música y estilo inigualables. Se nota, se percibe cuando algo es de calidad, si además se le imprime Now we die a la contienda sonora y ambiental, no hay lugar a dudas. El público se sabía todas las puñeteras canciones, y eso enardecía al grupo y se sorprendía devolviendo gestos de complicidad, sobre todo por parte del genial Phil Demmel, coreado y vitoreado cuando se le cantó cumpleaños feliz justo en el inicio de su sólo de guitarra. Comunión perfecta para recibir Beautiful Mourning, del incommensurable The Blackening (2007). Sin embargo, The Blood, the Sweet, the Tears brotó como lava candente desde el suelo porque nos pusimos a dar botes como locos, contagiados por el Thrash Groove Metal que hacían estos americanos.

Foto móvil: Txema

Para entonces numerosos mosh pit, donde la gente salía rebotada y no por el enfado, se habían formado y disuelto como si fueran tornados humanos. Alucinante cómo estamos los heavies, y si tienes buena complexión física, da igual la edad, esto es una de las cosas por las que se disfrutan eventos de este calibre si eres abierto de mente. La gente se divierte y de eso se trata. Además disfrutamos, como cuando Kaleidoscope irrumpió con esa Intro con palmadas y un inicio salvaje. En directo potentemente efectiva, en vivo increíblemente hipnótica y trepidante. Clenching the fists of dissent, con su inicio acústico, nos dejó respirar antes de la amenazante pedazo de canción que iban a interpretar. Brutal, desgarradora, atmosférica y extensa. Un auténtico ejercicio de técnica y concentración, aunque para los Machine Head les resultaba sencillo aparentemente. Eso decía mucho de ellos, de la casi hora de concierto que llevábamos y de lo que nos habían preparado. Con Darkness within se dio otro momento emotivo y visceral entre Robb Flynn y el respetable, con una acústica y una eléctrica a cuestas que elevaron la emoción del público. Se marcó un discurso de agradecimiento elegante y se dispuso a cantar. Su voz aparentemente no reflejaba problemas como parecía haber sido el motivo de algunas cancelaciones recientes de este tour, por lo que nos limitamos a disfrutar de Catharsis, homónima de su último álbum, con un entregado Dave MacEachern comandando media base rítmica, la otra, ¡puff, Dave McClain!, menudo animal a la batería, metódico, preciso, potente, elástico… un portento.
Llegaba el momento clásicos de entre clásicos de la banda, From this day y todo el mundo a pegar botes Nu metaleros aunque alejada ya un poco de aquel sonido del 94, más thrash en esta ocasión, y Ten Ton Hammer, la cual bajó un poco la cadencia y el ritmo del concierto. Pero Is there anybody out there?, lo volvieron a relanzar de una manera vertiginosa para enlazarse con Locust, otro trallazo que cerraba la mitad del concierto.
En esos momentos, Dave McClain se encaramó para hacernos un más que excelente solo de batería, aunque su pericia al mando de dicho instrumento estaba más que corroborada. Tras la tormenta, la calma relativa, con Bastards, que de nuevo en directo sonó prefecta, preciosa con ese rollo folk que la conduce.

Foto móvil: Txema

Pero bueno, son los Machine Head, así que ya concesiones no nos dieron ninguna hasta el final del show. Bulldozer, Killer & Kings o la inestimable Davidian, golpearon La Riviera antes del bis de la noche. Behind the mask enlazó a None but my own, nuevo y antiguo material, arrastrándonos hasta Aesthetics of Hate, momento en el que Txema y este escribano, se atrevieron a unirse a un pogo en el centro de la pista para ocupar posiciones antes del inminente cierre de concierto. Duramos dentro exactamente unos 75 segundos, compartiendo ADN con no menos de cien personas durante ese tiempo. Inenarrable. Hay que vivirlo.
Saltos en el tiempo y entre discos, nos conducían desde Game Over hasta Blood for Blood, para finalizar con el Himno Halo, confetizado para la ocasión y cerrando una de las mejores actuaciones de Machine Head en la capital, y eso que había cierto escepticismo antes del concierto. Sin embargo, vinieron a ganar y salieron victoriosos, y los que lo pudimos disfrutar, lo disfrutamos en gordo.
Estos Machine F*** Head, hoy de día, son apuesta segura a caballo ganador, Ineludibles!!!!!

NDR: Mi colega Txema conservó como un campeón sus gafas de combate, y me ayudó para departir el show y sacar excelentes instantáneas dada la dificultad que había en ocasiones por las cercanías de moshers o death walls. Un Crack, un Amigo, Gracias!!!!

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