Red Sky Mary en Sala Nana – 18/05/17

Un jueves cualquiera, una cita ineludible musicalmente hablando. Esa es la gracia que se nos brinda de vez en cuando en Ciudad Real por parte de la Sala Nana, una pedazo de banda americana, los Red Sky Mary de la que ya hablamos unos días antes del concierto.
Con un retraso aceptable, la sala presentaba una buena entrada, un público variopinto, habituales y no tanto, de diferentes tendencias y gustos musicales, sin embargo con una avidez y una expectación palpable.
Sin apenas preámbulos, los cuatro de New Hampshire se subían al escenario para presentarnos su último disco de estudio “River child” del año 2015. Y qué manera de empezar, con un sonido increíble, de los mejores que se han escuchado por estos lares. Diría que todo estaba repartido en un 25%. La guitarra (Tom Boisse) sonaba perfecta, el bajo (Gary Boisse) marcaba el punteo grave y junto a la batería Ludwig (Barret Goeman), una base increíble, y la voz (Sam Vlasich), melódicamente visceral y afinadísima. En este caso también las voces, porque en pocas o ninguna ocasión habíamos escuchado unos coros tan sonoros y bien impostados con la voz principal.
De primeras, te encontrabas con todo ese torrente de calidad unido a composiciones, si bien pecaban en alguna ocasión de repetitivas, muy resultonas, con reminiscencias Led Zeppelianas y una voz que recordaba muchísimo a Chris Robinson de The Black Crowes. Con todo, fueron cayendo temas rápidamente, con el respetable algo frío de inicio y boquiabierto, para posteriormente, con la inclusión sorprendente de varias covers, desperezarse, animar y aplaudir en cuanto la ocasión se prestaba a ello. “The Trooper” de los Iron Maiden, fue una de ellas, que en ellos quedaba la mar de curioso, unos rockeros reconvertidos ajusticiándonos con un tema heavy emblemático, ¡¡¡¡y con una sola guitarra!!!!. Detroit Rock City de los Kiss, también relució entre sus temas propios, así como “Good times, bad times” de los Led Zeppelin. Sin embargo, uno de los temas estrellas de la noche, era el que todos conocíamos por esa plataforma tan didáctica, a veces, llamada Youtube, la canción “Gone”, que reflejaba muchas de las características musicales del grupo. Coreada el estribillo por muchos, tarareada por todos. Para entonces, ya todos nos habíamos hecho una muesca en el revólver de conciertazos vividos, que no solo vistos.
Skies on fire, Red Witch, Run Ragged o Howl fueron algunos de los temas que retrataron muy bien la noche que era de exclusividad de los americanos. Los vimos cómodos, tanto incluso que en ellos es habitual no regirse por ningún set list previo, si no que iban poniéndose de acuerdo en cada inicio de tema, cuál iba a ser escogido, se miraban, parloteaban algo y arrancaban con una naturalidad y eficiencia fuera de lo normal. Ellos mismos, al pedirles el set list, justificaron el hecho de no tenerlo para que cada show fuera único e irrepetible. Es por ello, entre otras muchas razones evidentes, que los medios especializados de medio mundo, conocedores de su existencia, comienzan a ensalzarlos y a considerarlos uno de los grandes dentro de su estilo, por ello su visita fue sin duda un regalo para los que nos congregamos allí. De nuevo gran acierto a un precio superasequible, pero, como casi siempre, la afluencia de público para esta clase de grupos no hace justicia. Esto fue la única nota negativa, lo demás fue sobresaliente.
Para no olvidar y sí recordar con cierta frecuencia.
See you next time, guys!!!

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