The Tip: Sala Krater 10/04/2019

 

Tras numerosas vicisitudes, circunstancias vitales y demás, visitaba la Sala Krater después de algún tiempo para escuchar con avidez a estos cuatro locos de Nashville que se habían embarcado en una mastodóntica gira europea. En este caso, The Tip acudían a la cuarta cita española cargados de dosis de energía (a raudales en el escenario), y un rock and roll con matices bluseros que en directo suena potentísimo. De eso se encargarían de demostrar durante todo el concierto, es más, no bajaron el pedal durante todo el show, y eso también es digno de agradecer, porque demostraron darlo absolutamente todo. Esta juventud…

Con todo el escenario y protagonismo para ellos, abrieron la latica de la esencia americana con “Can you smell the Money” de su segundo álbum, y es que estuvieron alternando canciones de sus dos únicos larga duración. Pues bien, ya desde el principio aquello olía a calidad pura, a profesionalidad, a actitud sin complejos, con cada miembro del grupo en su papel, compenetrados, interactuando entre ellos, divirtiéndose, algo superimportante y que a veces influye de sobremanera en el estado de ánimo del público. El carisma de su frontman vocalista y guitarra rítmica, Benny Carl, es de los que te embaucan; cercano, simpático, esperpéntico y dinámico, hiperdinámico. Si a ello le ayudan dos torres humanas: Ricky Dover Jr a la guitarra principal y Robby Bote al bajo, más Dixie Carl atizando con fiereza la batería, el resultado es un grupazo con ganas de devorarnos.

Pero entrando en materia, el set list elaborado in situ, porque no tiene uno fijo, fue acertadísimo, así que tras la overture inicial, llegó “Ride tonight”, rabiosa, sucia, huracanada, lo que ya prolongaba el cabeceo y contoneo entusiasta del personal citado ese miércoles. Los solos de Robby tomarían protagonismo desde entonces, con una Gibson que por el porte del tipo parecía de juguete. “Struttin´” con ese deje a lo Steven Tyler por parte de Ricky, inundó el ambiente deslizándose gamberra y sexy. Es curioso llamar algo así a una canción, pero te evocaba imágenes subidas de tono por ese vaivén bajo guitarra… El caso es que los americanos estaban sabiendo cómo llevar el concierto hacia lo que nos querían transmitir, de admirar.

“Don´t want it”, otro tema para el recuerdo, pegadizo, fresco, potente y con un solo final de Ricky muy chulo. Pero “More, more, more” nos haría las delicias combinándola con el “Whole lotta Rosie” de los ACDC, para mayor éxtasis del público, y es que es tal el respeto de The Tip por los clásicos que la siguiente sería una versión del clásico de Fleetwood Mac “Oh well”, maravillosa, simplemente sublime, con Ricky como absoluto prota de nuevo, cantándola, guiándonos, decorando más aún el tema y dejándonos con la boca abierta a más de uno. Pero es que Robby parafraseando el tema no se quedaba corto al bajo, por no hablar de Dixie que se gustaba detrás de su kit, haciendo trucos con las baquetas y machacando la batería inmisericorde. 

El combo americano era de lo mejor que habíamos visto a nivel internacional en la Krater, y los comentarios durante y post concierto así lo corroboraron. No era de extrañar que después de esa versión, cualquier cosa sería recibida con entusiasmo ya que había hambre de más. “Rock N´Roll man” se encargaría de darnos un aperitivo suculento a base de actitud, rock and roll, con Ricky usando un slide en su dedo meñique de forma magistral, también un duelo ofrecido gratuitamente entre los dos guitarristas que hizo las delicias de nuevo, por no hablar del guiño al «Wooly Bully» de Sam the Sham and the Pharaoh al final del tema. ¡¡¡Ojipláticos todos!!!

No era de extrañar que en “Whiskey & Coke”, otro fogonazo alucinantemente rockero y frenético, se colaran acordes del “My Sharona” de The Knack. Y es que estos chicos molaban a más no poder, ya que sin quererlo no parabas de moverte al ritmo cercano sin complejos y picante de estos americanos que no cesaban, sobre todo Benny, de tratar de elevar más aún los ánimos de los afortunados que los estábamos degustando. Así que tras “Ain´t fakin´ it”, hicieron en breve descanso en el camerino para salir vitoreados y afrontar el final del concierto con tres últimos cañonazos.

¡Y qué comienzo!. Benny a la armónica de inicio y destrozando sus cuerdas vocales posteriormente, Dixie frenético, hiperarrollador, Robby y Ricky enfrascados en sus instrumentos para hacer de “All I need” uno de los temas de la noche, así como lo fue la última sorpresa de la noche, “Baby please don´t go” de Ted Nugent, algo menos espídica que la original pero igual de efectiva. Coreada, celebrada, brutal en definitiva.

Como cierre absoluto de la velada, “Outta control”, festiva, animosa y como reza el título, un descontrol total que supuso el final de una actuación sublime, limpia y alegre, llena de calidad, calidez y un exagerado y agradecido buen rollo. Despedida, firma de discos, foticos con los americanos y para casa, regresando en coche con una amplísima sonrisa en la cara y un cúmulo de imágenes y sonidos en el disco duro de la memoria. Así todo esfuerzo merece la pena. Preparaos los que vais a tener la suerte de verlos porque os van a dejar extasiados en muchos sentidos. Por mi parte, si tengo opción de verles, no tendré ni la más menor duda en hacerlo ya que la diversión estará asegurada.

 

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