Segunda cita de la recién estrenada temporada en Nana y el cartel resultaba de los más atractivo para calentar motores. El reencuentro iniciado hacía escasos días con el concierto del blusista americano Alvin Youngblood, cobraría más vitalidad en esta noche que aunque no se recordará por la afluencia sí lo hará por la conexión tan íntima que hubo entre las bandas y la platea.
Los primeros en abrir la noche fueron la mítica banda ciudadrealeña Autopista 312, que con 28 años a sus espaldas ya no tienen que demostrar lo que valen porque valen mucho 😉 . Rock sencillito, muy reconocible, sonido muy noventero con canciones propias y una selección de versiones hiperconocidas.
“Un día de suerte” se inició algo titubeante, probándose aún el grupo hasta que con el siguiente tema, “He nacido”, dieron con su sonido. La ultraconocida “Sweet child O´ Mine” fue como el inicio oficial del show, donde la captación de atención fue para entonces máxima. El vínculo se había creado y tanto el tema propio “Tú no estás” como la versión de los Red Hot Chili Peppers “Californication”, sentaron de lujo a los parroquianos que allí nos congregábamos. Y es que este tipo de eventos donde prima el buen rollo por todos lados crea esa red social musical que no debemos perder nunca, al menos aquellos que se nos pone un gusanillo en el estómago un poco antes de asistir a un concierto en vivo. Mercedes Molina a la voz, se desenvolvía como pez en el agua entre sus aguerridos muchachotes, con una base rítmica eficaz y machacona como eran Juan Manuel Hernández al bajo y Alfonso Tapiador a la batería.
Los hachas al mástil de seis cuerdas, Miguel Ángel Cobos y Marcial Cruz, iniciaron al unísono “Dos palabras”, un medio tiempo que enlazaría con “Miénteme” y “You shock me all night long” de las AC/DC. Para entonces, la sala hervía y el calor se traducía en caras también de satisfacción y en cierto modo de expectación por la siguiente actuación de la noche. Pero Autopista 312 se bregarían un puñado de temas más, todos ellos propios (para que luego se diga que no son originales), “El teléfono”, “El valle de los sueños” y “No se está tan mal”, todas ellas muy guitarreras, que por supuesto en vivo cobran muchísima garra, sobre todo la segunda anteriormente nombrada, y personalmente una de mis favoritas del grupo.
“Enter Sandman” bien interpretada, bien construida, bien ejecutada, pondría el broche perfecto, pero no sin antes interpretar a modo de improvisación “La bamba”, como homenaje y presentación de la siguiente banda, los exóticos mejicanos ERSZEBETH.
Y es que Autopista 312 goza a estas alturas de un nombre en la escena local y comarcal, una banda efectiva, que aderezada con algo más de mordiente sobre el escenario siempre generan buen rollo y cabeceo continuo. Lo saben hacer y se nota que el bagaje que tienen es por algo.
Seguid así y a por el 30 Aniversario, que será pronto!!!
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