Martes en la Sala Nana + Concierto tempranero = Enorme plan para comenzar la semana. ¿Unos holandeses además por estos lares?. Los que ya conocemos este tipo de situaciones, nos quedamos siempre con que son experiencias enormes, de esas que no se deben perder bajo casi ningún concepto. Si por un par de horas y una decena de euros se te ofrece un espectáculo en vivo, cercano, crudo y lleno de rock & roll y desparpajo, qué mejor plan a quedarte en casa viendo la caja tonta u otra actividad cotidiana. Si a ese coctel le introducimos la compañía de los habituales de siempre, esos aguerridos incondicionales que incluso se desplazan kilómetros desde poblaciones de los alrededores, la expectación crece y hace de nuevo de un martes, un sábado improvisado.
Pero vayamos por partes, a conocer directamente a esta banda proveniente de Eindhoven, Holanda, y formada en el 2007. Muy jóvenes en sus inicios, más curtidos ahora después de más de 200 conciertos repartidos por su país natal y gran parte de Europa, teloneando a grandísimas bandas como Deep Purple, Saxon, Megadeth, Status Quo, Chickenfoot… casi nada. Al alcance de muy pocos y a la vez mamando de la experiencia de todos ellos. Pues bien, resulta que estos tres locos se acercan por aquí para presentarnos algunos de sus temas de los dos discos que tienen publicados.
La sala no presentaba ni mucho menos una gran entrada, en gran medida por el desconocimiento del grupo, del día en cuestión o de las excusas que cada cual pueda tener, pero los que estábamos allí no íbamos a desperdiciar ni una sola nota, ni un puñetero acorde, todo para nosotros. Las casi 50 personas asistentes, estábamos expectantes por lo que nos fueran a ofrecer los Black Bone.
Después de cerca una hora con respecto a la hora fijada inicialmente, aparecen en escena de manera discreta, silenciosa de inicio, extra sonora después. Sucia, salvaje, abrupta, midiendo los tiempos y con un sonido un poco distorsionado. La voz de Steef van de Bogaard sonaba un tanto ronca debido al ritmo de conciertos llevados hasta ahora por nuestro territorio, apenas un día de descanso en prácticamente diez días, pero el rubio tatuado no se arrugó y lo dio todo para que disfrutáramos esa noche.
Comenzaron con cuatro trallazos de su último disco “Back to Mayhem”. Enemy de inicio para abrir boca y comprobar cómo se la gastaban estos tipos con cierto aspecto desaliñado pero que rezumaban energía a raudales. Era sólo el inicio de una rápida descarga de adrenalina y Hard Rock a mala hostia, con pegadizos riffs y contundentes tiempos de los que te dejaban prácticamente sin aliento. Sin descanso prácticamente entre tema y tema, Believe, You Gotta Nerve o Never to Load, fueron desgranándose tan rápido como el sudor que acompañaba cada vez más abundante a estos holandeses, y es que se estaban entregando de lo lindo. Dieron el salto al repertorio del primer disco, Hollywood & Vines, una intro del bajista Sven Hompes aplastante, limpia y que indicaba lo cuidado de las canciones para tocarse en vivo. Sin concesión alguna, Hammer Down, riffs muy a lo ACDC con toques Backyard Babies, nos hicieron mover el cuerpo a base de bien, para continuar con Kings & Jezebelles, otro temazo que aunque es la primera vez que lo escuchábamos la mayoría de los presentes, nos resultaba familiar por ese toque de voz a lo Lemmy Kilmister.
Con Hard Times, la peña se terminó de desatar, para entonces, ya sudábamos todos en pleno mes de Enero, así que el sólo impresionante de batería de Willem nos dio cierto respiro, solo para poder contemplar, en otro momento álgido de la noche, como Steef se subió a la barra del bar de la sala e hizo una jam que nos dejó alucinados. Después de la misma, nos retornaron al escenario para contemplar y degustar sus dos últimos temas de la noche, pertenecientes a su segundo disco “Blessing in Disguise”. Sin embargo, meten un guiño del War Pigs de los Sabbath para iniciar Loaded – Weighted, muy sucio y hard rockero tema con el que nos hizo gritar el estribillo a pulmón abierto y cerrar la noche con un estupendísimo Nothing but History, del que tienen un videoclip en Youtube y que dan muestra de lo que se han perdido los ausentes y de lo mucho que disfrutamos los presentes. En definitiva, una noche muy especial, llena de emociones, buenas vibraciones, hard rock a raudales, un poquito de cerveza, gente un tanto fría al inicio y entregada al final, y con un trío de musicazos de Holanda que nos hicieron deleitar en estas tierras yermas y frías de la estepa manchega.
Mención especial para lo enrollados que fueron el grupo y su técnico-manager por quedarse un rato más y compartir comida y bebida con los pocos que nos quedamos en la Sala, acérrimos incondicionales de los conciertos.
Dank u voor altijd!!!!
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