La rumorología en torno a una anhelada reunión de los Black Sabbath originales llevaba años en constante auge, gestándose desde todos los frentes posibles (prensa especializada, fans e incluso desde dentro de los propios Sabbath) y con la disolución de la formación con Tony Martin al frente en 1996, solo era cuestión de tiempo que los cuatro amigos de juventud de Birmingham volviesen a tocar juntos encima de un escenario. El acercamiento de Iommi con Butler y Ward y las consiguientes negociaciones para llevar a cabo la reunión fueron cosa fácil. El problema era Ozzy, y más concretamente su manager (y esposa) Sharon, que tenía un poder e influencia enorme en la industria de la música de aquella no tan lejana época, siendo (en un argot algo mafioso) la “jefa del negocio”. Sirva a modo de ejemplo lo siguiente para entender el poder que tenía esta señora: a principios de los ´90 hubo un festival en USA eminentemente grunge y nu metal que se estaba haciendo muy grande (el Lollapalooza). Sharon ofreció a Ozzy para tocar en él pero los dirigentes del festival (concretamente Perry Farrell de Jane´s Addiction) no quisieron contratarlo porque no “pegaba” en el evento y además Ozzy estaba medio retirado del negocio. Sharon Osbourne, simplemente, se puso manos a la obra para crear un monstruo mayor en 1996 (el Ozzfest) que fagocitó y sepultó al Lollapalooza.
Uno de los méritos del Ozzfest fue aglutinar a grupos de nueva hornada como Machine Head, Slipknot, System of a Down o Pantera con leyendas del metal, englobando en el mismo evento todos los estilos; y una de las cosas que logró fue, por fin; la ansiada reunión de los primigenios Black Sabbath en su segunda edición de 1997.
En esta mencionada segunda edición del Ozzfest, ya convertido en el festival itinerante más grande de Norteamérica (20 fechas por todo el territorio USA), contó (entre otros) con Fear Factory, Pantera, Machine Head y, como cabezas de cartel, ni más ni menos que Black Sabbath con Ozzy Osbourne y Tony Iommi compartiendo escenario por primera vez en muchos años; si bien Bill Ward finalmente no entró a formar parte de dichos shows, encargándose de la batería Mike Bordin (ex Faith no more y en aquella época batería del grupo de Ozzy en solitario).
La reunión de los cuatro Sabbath originales se hizo realidad en los conciertos del 4 y 5 de diciembre de 1997 en, como no podía ser de otra forma, Birmingham; pero la delicada salud de Ward volvía a aflorar en forma de amago de infarto y el resto de la gira la tuvo que completar Vinnie Appice. Es con esta formación con la que tuvimos el privilegio de verles en España (el 22 de julio de 1998 en Donostia) en un concierto memorable junto a Slayer y Soulfly.
Esta primera parte de la gira de reunión se hizo bajo el nombre del Ozzfest en un intento de Sharon de lanzar la marca por Europa. En una segunda parte del tour que se prolongó hasta 1999 un ya recuperado Bill Ward se pudo sentar tras el kit de batería de los Sabbath, y ya bajo el nombre de “Reunion Tour”.
Así despidieron nuestros protagonistas el siglo XX: en la cima del éxito y cotas altísimas de popularidad, magníficas ventas de discos y millonarias cuentas corrientes en su haber… y, de nuevo, la banda se fue diluyendo hasta entrar en el siglo XXI en un estado de semihibernación.
De hecho, su modus operandi durante estos años que nos van a acercando al momento actual ha sido una constante inestabilidad, alternando anuncios de giras (a veces anunciadas como la última) y frenética actividad, con épocas en las que el grupo ha estado prácticamente inactivo, dándole prioridad absoluta sus miembros a sus diferentes proyectos en solitario. Así, Black Sabbath lleva todo lo que llevamos de siglo XXI apareciendo y desapareciendo cual Guadiana, girando y despidiéndose; hasta que el binomio Ozzy / Iommi se vuelve a romper con la incursión (otra vez) de Ronnie James Dio en el devenir de la banda inglesa.
En realidad fue Iommi quien buscó a Dio cuando ya no se pudo exprimir más la opción Ozzy / Ozzfest. Era un hecho innegable que Black Sabbath estaba quedándose “fuera de onda” y sin haber sacado material nuevo en los últimos 10 años. Warner Bros. tenía planeado sacar un recopilatorio de Black Sabbath de la era Dio y la oportunidad que contempló Iommi de unir sus fuerzas creativas para ofrecer material nuevo que iría incluido en dicha recopilación fue la excusa perfecta para el acercamiento con el pequeño vocalista.
En 2007 salía a la venta “The Dio years”, un recopilatorio al uso pero que contenía tres joyas nuevas (“The Devil Cried”, “Shadow on the wind” y “Ear in the wall”) y abría la puerta a una nueva etapa en la, ya por entonces, dilatada historia de la banda.
A pesar de ser Tony Iommi el propietario del nombre “Black Sabbath”, para no confundir a los fans y (no nos engañemos) dejar la puerta abierta a una futura reconciliación con Ozzy, el combo que formaron Dio/Iommi/Butler y Appice pasó a llamarse “Heaven & Hell” en honor al primer trabajo que hicieron con Dio allá por 1980, y con este nombre salen de gira en el 2007. La expectación creada y las ganas de verlos encima de un escenario que demostraron los fans, hicieron de ésta una gira muy exitosa y así, Heaven & Hell encabezó ese año los principales festivales europeos como “Bang your head” o “Graspop” junto a leyendas como Aerosmith, Scorpions, Motorhead o Saxon.
Era tendencia natural que encaminasen sus pasos a afianzar esta unión de talentos en forma de nuevo disco con temas totalmente nuevos, y así sucedió. Heaven & Hell plasmó su calidad en un gran trabajo discográfico llamado “The Devil you know” (2009). La consiguiente gira de presentación daba la oportunidad de ver a los Black Sabbath de principios de los ´80 ya bien entrado el siglo XXI y con canciones nuevas. Una auténtica gozada para todos los fans de la banda, además dicha gira iba a pasar por nuestro país dentro del magno evento llamado Metalway que se celebró en Zaragoza en junio del 2009 y que englobaba artistas de la talla de Manowar, Wasp, Warlock, Saxon, Motorhead o los propios Heaven & Hell. Finalmente ese show nunca se produjo ya que T. Iommi se negó a actuar debido al fuerte viento que azotaba el escenario y movía toda la estructura del mismo (es lo que tiene el cierzo cuando se pone bravo). La versión oficial fue un fuerte dolor de espalda que le impedía actuar y la imagen de Dio, Butler y Appice saliendo a escena a pedir perdón por la cancelación del show no se nos olvidará jamás a los que allí estábamos presentes.
La promesa hecha por Dio encima de ese escenario de que volverían a España ya nunca se cumplió por culpa de un maldito cáncer de estómago que nos privó para siempre del pequeño gran cantante un 16 de mayo del año 2010.
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