– Alter Bridge 29/06/2017 Auditorio Miguel Ríos Rivas Vacia Madrid
Myles Kennedy & Co. son palabras mayores, es de esas bandas que se deben amar siempre. Formados oficialmente en el 2004 con miembros de Creed, apuestan por el hard rock y el metal alternativo, muy en boga actualmente, con enorme tirón y que cuenta con legiones de seguidores por todo el mundo. Respetados y denostados (esto último no lo entiendo, francamente), pero que se encontraban en esos momentos delante de un nutridísimo público que iba abarrotando el auditorio y que no contaban con el fortísimo viento que soplaba en esos instantes.
Arrancan con Come to life, habitual inicio de sus conciertos, potente y con un riff antológico del gran Mark Tremonti. Pese a la dificultad de ese denostado efecto climatológico y sorprendente para esta época del año, no se arrugan y llega el turno de Farther than the sun, de su cuarto disco “Fortress”, con un Myles Kennedy haciendo lo que quería con su voz y particular vibrato. Addicted to pain nos pasaría como una apisonadora, sonando rápida y deliciosa, una de mis favoritas. Y qué decir del inicio de Cry of Achilles, simplemente perfecto, aunque el tema pierde un poquejo su intensidad durante el transcurso del mismo, pese a que en este caso, es el propio Myles el que se marca unos solos estupendos, secundado perfectamente por Tremonti. Ties that Blind nos machaca sin piedad, a guitarrazos, ritmos pesados y un bajo contundente, perfectamente enlazado con Crows on a wire, de su último álbum de estudio “The last Hero”, de estribillo fácil, enriquecido por el increíble Scott Phillips a la batería. ¡Menuda pegada tiene el tipo!
Llegábamos a la segunda mitad del concierto, la mejor para muchos. Isolation, pesada, endiabladamente pegadiza que era el prolegómeno de una de esas canciones, que incluso laureada por revistas de postín como el mejor solo de la historia, nos embaucaría para siempre. La enorme Blackbird de su segundo disco de estudio llamado igual que este himno. Qué medio tiempo más increíble, más emotivo, tan desgarrador… Faltan calificativos para dicho tema. Canción eterna en todos sus aspectos. El típico tema que aunque no te lo sepas, vociferas las partes que sí como si fueran propios. De los solos de guitarras haría falta una sola crónica para describirlos, ya que se los merecen. Myles Kennedy se desgañita y sabe perfectamente que es aquí donde sale a por todas, donde nos atrapa, nos engatusa, nos deleita, nos lleva al perfecto éxtasis musical.
¿Y después de esto que toca?, pues Metalingus, de su primer álbum, iniciado por Scott, secundado por Brian Marshall al bajo y a un Myles que deja la guitarra y se afana a la voz sin complejos y alardeando de la misma libremente. No cabe duda que es un enorme frontman y que va a marcar una época en esto del rock, de hecho lo está haciendo, sólo había que ver cómo el público se postraba ante cada gesto que realizaba para alentarnos a corear, blandir nuestros brazos y manos. ¡Menudo carisma tiene el jodío!
Llegaba la parte final del concierto con Show me a leader, a Myles pertrechado con su Gibson y pidiendo la colaboración del respetable en el estribillo, con un Mark Tremonti dando lecciones de cómo hacer un solo inconfundiblemente perfecto. Si es que estos tíos son muy buenos, tanto como para dejarnos extasiados con la última del set list, Rise today, un tema muy propio, muy Alter Bridge, esencia de sí mismos, único, inconfundible, un colofón grandilocuente de lo que fue un show corto para casi todos, pero que da muestra de lo que estos americanos han dado y van a dar a la escena hard rock mundial. Y todo fue para los cerca de 30.000 que pudimos y tuvimos el honor de verlos en vivo.
See you soon, guys!!!!
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