GARAGE SOUND 2018: 1ª parte viernes 8 de junio

Pues sí, ya pasó. Tras mucho tiempo anhelando que llegara, el Garage Sound se nos pasó volando y el fin de semana del 8 y 9 de junio finalmente fue un efímero suspiro. Aún con la resaca mental que deja un festival así de intenso y vertiginoso, la sensación, a modo de balance general, es muy positiva y esta segunda edición debe valer para asentarse definitivamente como uno de los fijos de nuestro país; el típico festival que marcas en el calendario como ineludible por su organización, bandas, sonido y trato a los asistentes, todo ello aderezado con actividades paralelas relacionadas con el mundo del motor muy acertadas que no desentonan para nada con el ambiente y la propuesta general del festival. Aún así, siempre hay aspectos a mejorar y, por ejemplo, este año tan sólo había un sitio habilitado para pedirte algo de comer y las colas a la típica hora de la cena fueron interminables. 

Sin más preámbulos vamos a destripar lo que dio de sí musicalmente este Garage Sound 2018.

El viernes 8 de junio Rivas nos recibió con una fina lluvia más propia de Asturias que de Madrid (el embotellamiento de la salida de Madrid hacia la A3 dirección Rivas sí nos situó de golpe geográficamente… sí, esto es Madrid).

Cuando accedimos al recinto tras recoger la pertinente acreditación de prensa (tramite éste mucho más ágil y rápido que el año anterior, otro punto a favor de la organización) ya estaban los británicos STONE BROKEN moviendo al personal con su moderno hard rock que recuerda a bandas como Alter Bridge o Nickelback.

Venían presentando su disco «Ain´t always easy» (2018), en el que basaron su corto show; eso sí, sin olvidarse de temas tan emblemáticos como «Not your enemy» de su anterior trabajo «All in time» (2016).

Aunque les tocó la difícil tarea de abrir el festival con poco público, los asistentes pudieron comprobar cómo se las gastan Rich Moss y compañía; así como ya apreciar lo que sería (un año más) una constante del Garage Sound: gran sonido, potente y nítido, sobre todo en lo que respecta a la batería…  ¡cómo han sonado casi todas las baterías a lo largo de las dos jornadas de festival!.

Tras este fenomenal inicio, un grupo al que le tenía muchas ganas por la fama de sus directos adrenalíticos y casi al límite y por su estilo musical con regusto tan stoner: MAMMOTH MAMMOTH. 

Los australianos, haciendo honor a dicha fama dieron un intenso y caótico bolo con un desatado Mike Tucker que se pasó gran parte del concierto cantando abajo entre el público.

Aunque el sonido inicialmente fue algo embarullado pronto se enmendó y pudimos apreciar toda la fuerza que desprenden temazos de su último disco («Mount the Mountain», 2017) como «Spellbound», «Hole in the head» o «Kicking my dog».

Ya hemos comentado que mención aparte merece ese torbellino de frontman que es Mike Tucker que llegó incluso a encaramarse al andamiaje que sujeta la torre de bafles y luces mientras cantaba (hasta que se le cayó el micro al suelo) «Fuel Injected» de su Lp del 2015 «Hammered Again», del que también cayó la coreable «Sick of being sick» y que se convirtió en uno de los momentazos de la tarde.

Final con Mike entre el público compartiendo barro y cerveza con «Sleepwalker» y «Mount the mountain» que pusieron broche de oro a un alocado show que nos dejó al público satisfechos y a la gente de Seguridad exhaustos ya que Tucker los trajo por la calle de la amargura con tanto subir y bajar y tanta caída desde el escenario luciendo una descoordinación psicomotriz digna de estudio por algún neurólogo en cuanto llegue a Australia. Que grande y que loco!!

Y tras la tempestad siempre viene la calma. Tras MAMMOTH MAMMOTH vino THE TEMPERANCE MOVEMENT.

Los británicos gozaron del, quizá, mejor sonido de toda la tarde y nos hicieron disfrutar de lo lindo con ese guapísimo gusto por el rock sureño que demostraron, muy en la onda de los maravillosos The Black Crowes.

Temazos setenteros como «Caught in the middle» y «Midnight Black» nos supieron a gloria bajo la fina lluvia que se dejaba caer en ese momento sobre Rivas Vaciamadrid. El cese de dicha lluvia propició por parte de los Temperance Movement hacer un guiño a los míticos Beatles esbozando el «Here comes the sun» («Aquí llega el sol») de Lennon y compañía enlazándolo con el lento tema que da título al último disco de estos jóvenes ingleses: «The deeper cut». 

The Temperance Movement fue una grata sorpresa y dejaron detalles de auténticos musicazos,y la bonita y rasgada voz del escocés Phil Campbell, todo un regalo: cerrabas los ojos y veías a Chris Robinson (The Black Crowes) sobre el escenario de Rivas; y es que el pequeño y joven Phil destila blues y rock sureño por cada poro de su blanca piel.

Excelente concierto ante bastante más público que en Mammoth Mammoth, pero algo más frío… quizá por la lluvia o quizá tan solo estábamos con los oídos bien abiertos disfrutando de la delicatessen que supuso The Temperance Movement.

Y llegaba el primer momento estrella del Garage Sound 2018 con los suecos HARDCORE SUPERSTAR (HCSS).

Los de Goteborg congregaron a la mayor cantidad de asistentes hasta ese momento y la mayor cantidad de fieles seguidores de todo el día (de ningún otro grupo se veían tantas camisetas, parches o mochilas como de ellos).

Con un austero telón de fondo con el nombre del grupo y una propuesta clara y definida de sleazy hard rock, HCSS comandados por el imponente Jocke Berg perfectamente secundado por Vic Zino (guitarra), Martin Sandvik al bajo y ese gran batería que es Adde, salieron a por todas con el acelerado «Kick on the upperclass» para posteriormente regalarnos una canción nueva de su inminente nuevo disco «You can´t kill R´n´R»: la cañera «Electric Rider».

HCSS estaban en buena forma y aquello estaba sonando de maravilla, si bien Jocke en ciertos momentos pasó apuros vocales que le obligaron a bajar el tono (menos mal que estuvo solventemente secundado por Vic y Martin a los coros).

«Dreaming in a Casket» sonó muy cañero, mientras que «My good reputation» (cantado su estribillo como «Madrid Reputation»)les quedó muy glam, dicho esto como elogio, no como crítica.

Hacia la mitad del bolo hubo momentos de auténtico «subidón» como su única alusión a sus cuatro primeros discos (incluye esto una velada crítica a su set list) con el «Liberation» de su «Bad sneakers & a piña colada» del año 2000 o ese contundente «Last call for alcohol» que cantamos todos cerveza en mano mientras Jocke se dedicaba a repartir «chupitos» entre las primeras filas.

Nueva alusión a su nuevo disco con «Bring the house down» para posteriormente encarar una magnífica recta final del show con tres temazos como «Moonshine», «We don´t celebrate Sundays» y «Above the law» con esa típica despedida del público de HCSS con Jocke Berg encaramado al bombo de la batería de Adde y saltando al final, sincronizado con el último guitarrazo que se oyó por parte del gran Vic Zino.

SET LIST HCSS

-Kick on the upperclass

-Electric Rider

-Dreaming in a Casket

-My good reputation

-Liberation

-Touch the sky

-Last call for alcohol

-Bring the house down

-Moonshine

-We dont celebrate Sundays

-Above the law

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