Había una fecha marcada a fuego en mi calendario de eventos musicales. El 14 de diciembre se celebraba en el Krater Rock City de Puertollano la 4º edición del festival más bestia de todos los que se hacen por estos lares: el Devil´s Groove Metal Fest.
He estado presente en las cuatro ediciones, a veces como público y llegando a tocar en la segunda edición con mi grupo (Boomker) y, si no hubiese sido por un problema físico de uno de nosotros, habríamos tocado también en la tercera. Por todo ello, por afinidad musical, por amistad con la banda organizadora (Evil Impulse) estaba claro que yo haría la crónica del evento para Windmill Rock Magazine (es más, estaba deseando hacerla); pero al final no voy a escribir una crónica al uso.
Sí quiero dejar constancia que fue una noche inolvidable con cuatro bandazas de auténtico metal dejándose la piel encima del escenario del Krater.
Los alicantinos Orphans of Piety, encargados de dar el pistoletazo de salida, nos avasallaron con su death metal cercano al deathcore y con una potencia inusitada y, aunque el sonido fue algo sucio a comparación con el que disfrutaríamos después, dieron muestra de gran calidad y muchas tablas destripando los temas de su último disco “Seven” (2017) ante un público aún algo escaso.
Osezno me encantaron. No los conocía de nada y me llevé una gratísima sorpresa. Además gozaron de un sonidaco nítido y potente que unido a la actitud y presencia escénica de sus integrantes, convirtió su bolo en toda una experiencia hardcore; a veces cañero, a veces melódico, pero siempre rebosantes de intensidad. Escuchando a posteriori sus dos lanzamientos, percibo cómo en su primer (y muy recomendable) disco homónimo pueden recordar a Hamlet, Cardiac, etc; pero en su último Ep (“La Bestia”) Osezno recuerda y suena a Osezno, encontrando una identidad y una esencia que les sitúa como una banda muy a tener en cuenta en un futuro próximo. Superrecomendables.
Hell´s Fire pusieron colofón a una noche brutal y clavaron una pica en Puertollano difícil de arrancar y de olvidar. Esencia southern plagado de Groove y actitud macarra y redneck para un señor concierto que finalizó con muchos de los asistentes en el escenario mientras una buenísima versión del “Bury me in smoke” de Down atronaba definitivamente nuestros maltrechos oídos. ¡¡Brutales, muy grandes!!
Antes de eso, mis queridísimos Evil Impulse subían a un escenario bien conocido por ellos. Puertollano siempre le abre sus puertas y hoy no iba a ser menos. Buena afluencia de público venido desde todas partes de la provincia ( y hasta venidos expresamente desde Madrid), gran sonido y sentimientos encontrados. He visto muchas veces a la banda (y muchas más que la pienso ver si Dio quiere), he escrito crónicas de sus conciertos y de su última obra maestra de Groove thrash metal (“The Unbroken Ritual”), me he subido con ellos al escenario y hasta me he escapado con ellos al País Vasco para vivirlo todo desde dentro de la banda. Son una de las mejores bandas de metal del país; los Pantera españoles, los Lamb of God manchegos… pero hoy no puedo escribir sobre su concierto.
Mirara hacia donde mirara me faltaba alguien (que sin embargo estuvo muy presente toda la noche) que siempre tenía a mi lado en las descargas de Evil Impulse (menos mal que me apoyé mucho en Pedro y Narci, incondicionales al igual que yo de Evil Impulse y muy orgullosos de sentirnos dentro de su Brotherhood of Hell). No sabría cómo empezar esta crónica pero sí sé como acabaría yo: con un nudo en la garganta de congoja por los momentos emotivos vividos esa noche. Además no me apetece estar buscando palabras para expresar a gente de ”fuera” que pueda leerlo lo que sentimos allí dentro los que estuvimos. La carga emocional que sentimos allí, se diluiría ante un lector neutral y podría parecer que “no fue para tanto”. Eso se queda para nosotros, es un ritual que no se puede romper, como reza el título del último álbum de Evil Impulse.
Nunca te olvidaremos Raúl.
Hasta siempre Drogas.
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