Hace algunos días, durante el transcurso de un buen concierto, le comentaba a una buena amiga que, en breve, asistiríamos a este concierto… a un “concierto blando” fueron mis palabras. Su respuesta fue contundente y sus palabras fueron algo así como: “Un concierto de rock no puede ser blando, el rock siempre es rock”. Después de terminar la velada, puedo afirmar que es cierto: ¡el rock siempre es rock!
Empezó la noche con la actuación de un Vilchero, con su guitarra y su deje “aflamencado”: Antonio Romero. Buen quehacer, buena voz, mejores canciones y el valor necesario para subirse sólo a un escenario… con los riesgos que esto supone, aunque parecía tener el convencimiento de que todo saldría bien. Tuvo una actuación impecable y, como buen andaluz, muy buen rollo con el público.
Nos deleitó con temas de Triana, Lo Módulos, Extremoduro, Marea, e incluso el himno oficial de Jaén “Aceituneros” (compuesta por José Báez, poniéndole música al famoso poema de Miguel Hernández). El aliento del respetable le “obligó” a hacer algún tema extra, aparte de los que tenía previsto.
Inmediatamente después subieron al escenario Alfredo (Barricada, In Vitro, Miss Octubre) e Iker (Dikers, Miss Octubre) que venían a mostrar este tipo de espectáculo que últimamente habían hecho en Plan, Eskiroz o Astrabudua y de las que tiene cerradas (nos comentó Alfredo) otras tantas en Linares, Jaén, Alagón, Currea de Gállego, etc.
Abrieron con “Another perfect day” (de American Hi Fi, no la de Motörhead) y con “Sad song” (We The Kings). Siguieron a medio tiempo con temas de Barricada (en los que basaron gran parte del set list) como “Deja que esto no acabe nunca” y “Pon esa música de nuevo”, para romper sin tapujos con “Histerya” (Def Leppard) o “Dale gas” (Dikers).
Después de “Cada noche” llegó el momento emotivo de la noche y es que, no sin algo de tristeza, le dedicaban a Boni una de sus canciones preferidas “Eclipse”. El final que tenían preparado, como no podía ser de otra manera, de contenido altamente barrikero: “Quiero perderme”, “Oveja negra”, “Pídemelo otra vez”, entre otras, para terminar con “No hay Tregua”. Todas ellas fueron cantadas con cierta nostalgia por gran parte de la concurrencia, pues entre el público se encontraban muchos (y conocidos) seguidores de Barricada.
Después de terminar su actuación, y como es ya de rutina: fotos y más fotos, las últimas cervezas y a la puerta de la calle donde, además de respirar algo de aire, pudimos entablar conversación con Alfredo, Iker y viejos conocidos de este nuestro circo.
Texto y fotos por Alfredo Piedrafita
Dejar una contestacion