Sala Nana 22/09/2017 2ª Parte: King Company

Era la hora de los finlandeses King Company. Hay que ver cómo me sigue sonando eso de que nos visiten bandas europeas a Ciudad Real. Es absolutamente increíble, y por supuesto, agradecer para aquel que nos organiza este tipo de eventos, tanto para Jose Luis como para Lestrato. Así que dicho esto, tocaba disfrutar sin paliativos. Y eso ocurrió de nuevo después de que los Aquelarre nos hubieran ajusticiado con un corto pero intenso concierto.

Antti Wirman (Guitarra), Jari Pailamo (Teclados), Mirka Rantanen (batería), Time Schleifer (Bajo) y Leonard F. Guillam (sustituyendo a Pasi Rantanen) en la voz, se subieron al escenario con la sala llena, expectante e inicialmente algo fría. Sin embargo, desde el primer acorde, el set list elaborado fue muy acertado, no bajando en intensidad ni en pegada, sonando crudo, melódico y muy profesional. Las propias expectativas que ellos mismos tenían antes de entrar a escena, fueron superadas y verbalizadas como increíbles. No se esperaban la reacción que les demostramos antes, durante y después. Acabada cada canción, los “oes, oes, oes”, aplausos y brazos en alto se prolongaban y las caras de sorpresa de todo el grupo eran dignas de mencionar.

Así que se apagaron las luces y Desire entró a escena como un tren cargado de hard rock, caña y estribillos pegadizos. Melódicos sí, pero con  cierta mala leche. Se notaba que estaban curtidos, evidenciando una profesionalidad admirable. Wings of love fue otro tema que cautivó al personal, al igual que Coming back to life, rollo hard acelerado, con duelo incluido entre guitarra y teclado. Para entonces, Leonard suplía de maravilla a Pasi Rantanen, viéndosele a gusto en su primera actuación en España.

El tema No man´s land, una balada antibélica siguió haciéndonos disfrutar del show, escanciar cada tema en su justa medida y observar cómo las caritas de la peña reflejaban enorme satisfacción. Tras ella, llegaba el momento de una de las tres perlas de la noche, Daddy, brother, lover, little boy de Mr. Big para acelerar de sobremanera el concierto y de paso, que los más acérrimos coreasen el tema.

Era el momento del sólo de batería de Mirka, que daría paso a Farewell, una estupenda entrada a lo Train of consecuences de Megadeth, pero más melódica. Cast away bajó un poco el ritmo, pero nos mostraba a Antti pletórico a la guitarra. Éste adquiriría protagonismo en el duelo posterior junto a un magnifico Jari a los teclados, y que daría paso a un marcado y machacón One heart. En esos momentos, ya no cabía duda de la calidad que atesoraban estos fineses y el bueno de Leonard, muy cálidos y cercanos, hard rockeros, heavies a veces y melódicos otras tantas. Se notaba que disfrutaban y One for the road, irrumpió con garra, energía y rápida, haciendo homenaje a este sonido que practicaban, y como si lo pidiera la ocasión, llegó la segunda joya de la noche, Separate ways de Journey.  Espectacular. A algunos de los presentes se les caía la baba y se les erizaba el pelo. Otros contemplaban como se debe rendir pleitesía de manera correcta a los grandes del AOR.

Shining nos sorprendió con su rollo Whitesnake, pero lo que nos desbocó del todo fue la tercera y última cover de la noche. Burn de Deep Purple. Perfecta, divina, alucinante e ideal para que la gente se desgañitara con el estribillo.

Y por último, In wheels of no return, que cerraba brillantemente la noche, con Time al bajo completamente desatado, haciendo muy buenos coros y a un público que agradeció y solicitó bises sin parar… pero el show debía continuar al día siguiente en otra ciudad nacional. Sin embargo, éste concierto no lo vamos a olvidar fácilmente, ya que se dejaron un fragmento de vivencias, casi inenarrables, para los que tuvimos la suerte de contemplarles, escucharles e incluso hablar de manera natural con ellos.

Esta gente es muy buena, y es por ello que la sala se llenara en su primer día de temporada. Fue una noche brillante y redonda (como la tripa de algunos pelones que retozaron de lo lindo).

Noche perfecta. Una joya más vivida en estas yermas estepas manchegas. Una muesca más en el revólver. En buena Compañía.

Kiitos kaverit – Grazie ragazzi

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.