Windmill en el Leyendas del Rock 2019 (2)

The Lazys son una banda de hard rock y enérgico rock and roll procedentes de Sydney, Australia; actualmente con sede en Canadá, llevan dando guerra desde el año 2006 y tan solo tienen dos discos en su haber.

Era la primera vez que venían a tocar a España, por lo que estaban muy contentos de hacerlo en este festival Leyendas del Rock.
Siempre es complicado ser los primeros en actuar en un gran festival y más cuando es a primera hora de la tarde con un calor que hace justicia y tienes que hacerlo en el escenario secundario cuando la poca afluencia de público que hay está en los escenarios principales, por lo que tenían la difícil tarea de atraer algo de gente y movimiento a su terreno, algo que hizo que salieran a las tablas del Mark Reale a darlo todo y comerse el escenario para convencer a los pocos que allí nos habíamos congregado.

Con la rápida y hard rockera de gran ritmo «Picture Thieves» de su excelente último disco «Tropical Hazards» del cual cayeron bastantes temas, arrancaban éste gran concierto y empezaban a patear culos sin piedad con una buena dosis de energía desenfrenada.


Muy contentos y alegres, y con muchas ganas de agradar a los presentes durante todo el tiempo, seguían descargando cortes de puro y enérgico hard rock and roll, como «Little Miss Crazy» con grandes riffs de guitarra, donde podíamos apreciar que toda la banda estaba disfrutando y se lo estaba pasando en grande, en especial su cantante Leon Harrison que no paraba de moverse por todo el escenario.

Con el directo y de coros pegadizos «Nothing But Trouble» nos lanzaban otro auténtico puñetazo de rock and roll de alto octanaje que nos hacía mover la cabeza sin parar; su genial guitarrista Matt Morris lo apuntillaba con un excelente solo de guitarra. Continuaban con otros grandes temas como el furioso «Louder Than Youth» en el que pudimos comprobar como el batería Andy Nielsen golpeaba con gran rabia su instrumento y que curiosamente se le quedaba algo pequeño.


Llegaba la recta final del concierto y tocaban la movida y adictiva «Can’t Kill The Truth» la cuál alargaron para que su excéntrico guitarrista Matt Morris se bajara del escenario y fuera guiado y ayudado por el publico hasta subirse a la barra del bar para una vez arriba tomarse un mini de cerveza a la vez que nos deleitaba con sus solos de guitarra emulando a otros grandes del género mientras el resto de la banda le contestaba y le replicaba desde el otro lado del recinto. Una vez de vuelta sobre las tablas del escenario siguieron dando caña por un momento para después acabar con gran complicidad y satisfacción en sus caras éste fantástico concierto.

The Lazys son una excelente banda que te puede recordar a sus grandes compatriotas AC/DC o Airbourne entre otros, pero con seña e identidad propia y que te harán pasar un buen rato; si vuelven a visitar nuestro país y tienes la oportunidad de verlos no desaproveches la ocasión, no te arrepentirás, son todo un descubrimiento.

La mítica banda australiana Rose Tattoo se formó en Sydney en el año 1976, junto a AC/DC son unos de los grupos fundadores y creadores del rock austral, a lo largo de los años ha sufrido algunos periodos de inactividad y se ha visto marcada por tristes acontecimientos que han derivado en la pérdida de algunos de sus miembros originales quedando solamente en la actualidad al pie del cañón su carismático frontman y fundador Gary «Angry» Anderson. Junto con Dai Pritchard y Bob Spencer a las guitarras, Jackie Barnes a la bateria y Mark Evans al Bajo, que estuvo en la formación de AC/DC en los discos «High Voltage», «Dirty Deeds Done Dirt Cheap» y «Ley There Be Rock» (la cual dejó según dicen las malas lenguas porque no se llevaba bien con los hermanos Young), venía a ofrecernos al festival Leyendas del Rock una buena dosis de Hard Rock Blues y Rock And Roll de alto octanaje.

«Rose Tattoo» a pesar de ser una banda legendaria, con más de cuarenta años de trayectoria a sus espaldas, y una de las más emblemáticas del rock australiano, bastante conocida dentro del mundo del rock, bien porque era a una hora temprana de la tarde donde el sol y el calor pegaban de lo lindo, o bien por el desconocimiento de la mayor parte de la gente que iba en busca de sonidos más duros y pesados, no consiguieron atraer una gran afluencia de público a su actuación.

Con «Bad Boy For Love» de su excelente primer disco «Rose Tattoo», del cual llegarían a caer hasta seis temas y junto a otros de sus dos siguientes discos «Scarred For Life» y «Assault & Battery», (en estos estaría basado prácticamente todo su repertorio), el legendario Angry Anderson y sus muchachos comenzaban y arrancaban su concierto. Con muy buen sonido continuaban su descarga y encadenaban grandes clásicos como «Scarred For Life»,  «One Of The Boys» y «Rock’ N Roll Outlaw», donde al pequeño Angry Anderson a pesar de tener 72 años recién cumplidos parecía estar en plenas facultades cantando en excelente condición. Con el blues pantanoso de «The Butcher And Fast Eddie» se volvían algo más tranquilos donde el guitarrista Bob Spencer cobraba protagonismo y se explayaba con su Gibson. «Once In A Lifetime» subía otra vez el ritmo con la genial slide de Dai Pritchard y «Rock ‘N Roll Is King» y el adictivo boogie rock de «Sweet Love» conseguían hacer mover al público que hasta entonces había estado muy estático. Subidos de tono y con el rock and roll de «Snow Queen» seguían animando a los presentes, llegando a la recta final con «We Can’t Be Beaten», que al terminar y bajo el lema «Somos Rose Tattoo y somos una banda de Rock & Roll» se despedían y nos decían adiós, no sin antes dejarnos la mítica y legendaria «Nice Boys (Don’t Play Rock & Roll)» que versionó y popularizó Guns N’ Roses en su día.

Buena actuación con un excelente sonido la que nos ofrecieron Rose Tattoo que gustó mucho a los fans más acérrimos y viejos rockeros, pero que dejó algo indiferente al resto del público que no consiguió animarse hasta bien entrado el concierto.

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