Provenientes de la preciosa San Petersburgo, los rusos Fallcie, nos visitaron un martes laborable dentro de una intensísima gira de un mes por toda Europa. En dicho mes, dos días de descanso, lo que daba a entender la energía y juventud que estos cuatro músicos destilaban, y venían presentando su primer larga duración desde que se crearon como Fallcie en el 2007 después de la mutación de Nu – Nation. Un cambio de vocalista desde entonces y a repartir por ahí cera con temas de dicho álbum debut, Born again y alguno que otro de Nu – Nation.
Pues allí estaban, con un equipo nuevecito, su propio técnico de sonido, Voder Vondervise, (también cantante de la banda moscovita de Groove, death metal Addict) y la sala con unas cincuenta personas, muy buen aspecto para el día que era y lo desconocidos por estos lares.
Abrieron la contienda con “Voice of decay” con un sorprendente y potente sonido, una base rítmica endiablada a cargo de Dimitri Chernykh (bajo) y Nikolai Kondratiev (batería), más cercana al death metal que al Nu metal, con cambios de ritmo y un Alexander Korsak que parecía multiplicarse en su labor como guitarrista solista. Y qué decir de Valentina Lavrinenko, pues una apisonadora vocal. De ese modo, fueron cayendo tema tras tema, trallazos tras destellos de calidades y ejecuciones impecables. Las caras del personal eran variopintas, todas desde la sorpresa hasta la incredulidad, pero a casi nadie le era indiferente lo que estaban presenciando. “Rock n´Rolla” ya movilizaba al público con su cadencia y ese puntillo moderno dupstep, “Where the Journey ends, death metal melódico rollo In flames, o “Make them bleed” (tema de Nu- Nation) palmuteado y muy potente.
Y conforme iba transcurriendo el concierto, ellos parecían que se iban calentando y para entonces los molinetes de Valentina, Dmitri y Alexander (este con sus larguísimas rastas), hacían más llamativa la puesta en escena, que hasta entonces resultaba magnífica en ejecución pero parecía que su frialdad hacia el público iba a ser inquebrantable, quizás demasiadas fechas, kilómetros y pocas horas dormidas estaban haciendo mella, o simplemente, tal y como comprobé hablando con ellos es que era su manera de ser. En cualquier caso, “The pulse of Fallcie”, nos agradó mucho, “Nebula” no dio tregua alguna, sacando el arsenal death metal melódico con unos vibratos y voces pseudo guturales de Valentina demoledores. ¿Aguantaría toda la gira a ese nivel?.
De nuevo, emergió un tema de Nu – Nation, “Wake Up”, el cual sacaba ese sonido más Korn del que presumen orgullosos. “No way out” y “You´re Nothing” para hacer el primer bis de la noche, y a continuación “La vida libre” , último tema interpretado de Nu – Nation, con reminiscencias Sepulturianas y mega hard core, y cantada en castellano aunque un poco inaudible. Aún así, sorprendente. Tras ello, salida del escenario, Oes, Oes pertinentes y otra vez al tablado para dar sus últimos coletazos y a golpe de doble pedal por parte de Nikolai, que con un kit sencillamente montado nos regaló una actuación memorable, infalible y demoledora. “Emptiness” y “The black” cerrarían el concierto de estos cuatro rusos que quizás no regresen por estos lares, pero que añadieron exotismo y brutalidad al curriculum extenso de Nana por apostar con todos los géneros y nacionalidades. No obstante mejoraron exponencialmente la imagen que en su día ofrecieron de sus compatriotas … ¿os acordáis de Satarial alguno?.
Sólo un apunte a modo de consejo, en España nos encanta la interacción, la conexión grupo – público, si eso no se consigue, la calidad es solo eso, calidad sin más, pero no pasión. De sobra es conocida lo apasionados que somos, eso sí, respetuosos. Sin embargo es de admirar el valor de esta gente por su esfuerzo, tesón y perseverancia por aprovechar cada día y exponerse a un público que les era desconocido. Eso sí es meritorio.
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