Los amantes del rock y el mundo del motor teníamos el pasado fin de semana una cita ineludible en el Auditorio Miguel Ríos de Rivas Vaciamadrid: el Garage Sound Festival.
Así, bajo un sol de justicia, nos presentamos allí el viernes 14 de julio dispuestos a vivir intensamente una muy interesante propuesta organizada y pensada para el disfrute de todos los asistentes al evento en dos maratonianas jornadas, a la postre tan amenas, que se hicieron cortas.
Nada más entrar al recinto llamaba la atención las magnas dimensiones del escenario en el que se desarrollarían los conciertos; y tras la torre de luces y sonido un recorrido acotado con balas de paja y rampas en su interior que sería usado a lo largo del festival para exhibiciones de minimotos y espectáculos freestyle a cargo de tres monstruos de las dos ruedas como son Rocky Florensa, Antonio Navas y Rayco Díaz.
Barras con precios asequibles (por lo menos, no abusivos) y suficiente oferta gastronómica con zona anexa de sombra y descanso se hacían necesarias para luchar contra las altas temperaturas, como también sería muy frecuentada la ducha habilitada (con gran acierto) por la organización.
La foto de recuerdo te la aseguraba la hilera de tuneadas cabezas de camión de marcas míticas como Mack, auténticos monstruos del asfalto; el típico taxi neoyorkino de la entrada al recinto, o la carpa que albergaba todo tipo de bikes de diferentes estilos y cilindradas.
Además el Auditorio cubre perfectamente las necesidades de aseos WC, no teniendo que recurrir a las típicas filas de sanitarios portátiles habituales en casi todos los festivales, evitando así el mal olor que desprenden tras su uso continuado (hedor también típico de la mayoría de ellos).
Y mención aparte merece el sonido: increíble, potente y nítido a lo largo de todo el evento, sonando de lujo todos los grupos… ¡¡todos!!
¿Qué es lo que falló? : El escaso público sobre todo el primero de los dos días, que daba un aspecto desangelado al grandísimo recinto. Madrid había acogido dos grandes festivales rockeros en menos de un mes (Download y Mad Cool) y puede que eso mermara las ganas (y los bolsillos) de muchos potenciales asistentes al Garage Sound. Una verdadera lástima, ya que el cartel y la iniciativa de fusionar rock y motor a priori era muy atractiva; y a la postre se puede asegurar que así resultó y cumplió las expectativas de los pocos afortunados allí presentes.
Aunque iremos desgranando lo que musicalmente hablando dio de sí el festival, señalar a modo de resumen general, que pudimos disfrutar de grandes conciertos de grupos consagrados como The Darkness, que ofrecieron un ameno conciertazo y fue el momento de mayor afluencia de público de la primera jornada, Ugly Kid Joe, tremendos y de lo más cañero de todo el Garage Sound, o Extreme, que demostraron estar en un momento de forma alucinante, con un Nuno Betencourt sublime a las seis cuerdas; y alguna que otra grata sorpresa con grupos menos conocidos, como por ejemplo Shawn James & The Shapeshifters y su potente rock sureño. Y todo ello, como ya hemos comentado anteriormente, y es que es un aspecto remarcable, con un sonidaco de órdago.
La propuesta musical del Garage Sound Festival fue una experiencia harto disfrutable que iremos analizando en los próximos días. Ojalá haya una segunda edición prevista para el año que viene. ¡¡Estaremos atentos!!
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