GRAVEYARD
Había expectación por ver a los suecos que, tras cuatro buenos discos de vintage hard rock y un amago de arrojar la toalla hace dos años, venían a Rivas Vaciamadrid presentando un recién editado quinto álbum llamado “Peace”. He de decir que yo era uno de los asistentes que anhelaba volver a verlos tras disfrutarlos en una mágica descarga hace dos años en Viveiro, como cierre del Resurrection Fest del 2016; pero he de decir que vimos a unos Graveyard a medio gas.
Salieron a escena casi sin hacer ruido y comenzaron el show con un tema de cadencia lenta como es “Slowmotion Countdown” y, si bien inmediatamente después imprimieron otra velocidad al concierto gracias a la bonita “Please Don´t” de su nuevo “Peace” y recurriendo a su gran “Hisingen Blues” (2011) con el temazo que da título al disco, en ningún momento se vio a los de Goteborg al 100% y dándolo todo encima del escenario. Así, aunque estábamos ante un concierto y un grupo que estilísticamente continuaba con la línea establecida hace unos minutos por DeWolff, se notó “bajón” de intensidad y de feeling con respecto al show de los holandeses; esto último algo incomprensible en los suecos que se caracterizan precisamente por desplegar en vivo un ambiente y un “feeling” mágico cuando interpretan piezas como “Magnetic Shunk” o la cañera “An industry of Murder”. En Rivas no se notó ese feeling.
A pesar de todo lo expuesto anteriormente Graveyard demostraron ser unos musicazos en varios pasajes y alardes instrumentales repletos de genialidad como ese final del “Uncomfortably Numb” o ese dúo final que conformaron “Ain´t fit to live here” y “The Siren”, siendo así con estas tres últimas canciones su gran “Hisingen Blues” el álbum al que más recurrieron de toda su discografía.
Aceptable bolo de los suecos algo más anodino de lo que esperábamos los que ya les habíamos degustado en directo con anterioridad al Garage Sound 2018 en condiciones de nocturnidad. He de decir que muchos grupos escandinavos bajan muchos enteros cuando actúan en España de día bajo un sol de justicia y estos Graveyard para mí que son acérrimos enemigos de lo diurno.
BLACK STAR RIDERS
Fue el concierto que más retraso acumuló en su comienzo y al final pasó lo que temíamos: tuvieron que recortar su set list de manera ostensible. Una verdadera lástima… después de un show a medio gas (Graveyard), medio show de BSR. Cuando por fin arrancaron el concierto comprobamos que la guitarra de Scott Gorham no acababa de oírse bien y, de hecho, el solo del primer tema del bolo (“All hell breaks loose”) fue inaudible; pero poco a poco se fueron solucionando esos desajustes de sonido y pudimos disfrutar de la grandeza del “Jailbreak” de Thin Lizzy en toda su intensidad. Aquí comprobamos lo bien que se amolda la voz de Ricky Warwick al tono del malogrado Phil Lynott (lo volvimos a comprobar posteriormente en “The boys are back in town”). Para cuando descargaron el tema que da título a su último disco (“Heavy Fire”), Mr. Gorham ya se había hecho dueño del lado derecho del escenario a base de elegancia y carisma, a pesar de que su guitarra seguía sonando algo apagada y sin brillo.
La magnífica “Soldierstown” supo a gloria a pesar de que sus característicos coros apenas se escucharon, y la anteriormente mencionada “The boys are back in town” fue un verdadero momentazo.
Black Star Riders suelen basar el final de sus shows en su primer disco de estudio (“All hell breaks loose”) y supimos que se acercaba el final cuando nos regalaron ese temazo de dicho disco llamado “Kingdom of the lost”; y quedaba el primer single de la historia del grupo, esa maravilla que es “Bound for glory”, pero éste ya no cayó por falta de tiempo.
En definitiva, un cúmulo de cosas hizo que uno de los shows a priori más apetecibles del día se quedara en una experiencia sesgada, casi interrumpida. Sé que muchos nos quedamos a medias con BSR. Una pena.
SET LIST BLACK STAR RIDERS
-All hell breaks loose
-Jailbreak
-Heavy Fire
-Finest Hour
-Soldierstown
-The killer instinct
-The boys are back in town
-Before the war
-Kingdom of the lost
GLENN HUGHES
Todo lo anterior pasó a un segundo plano y se volvió intrascendente. Iba a salir a escena “la voz del Rock” para interpretar un repertorio íntegramente Deep Purple. Palabras mayores. Además con él volvió el sonido nítido y potente, seña de identidad del Garage Sound Festival.
Ya desde el inicio (ante la mayor afluencia de público de todo el festival) con “Stormbringer supimos que íbamos a asistir a algo especial; y es que es increíble degustar la voz de este señor de 67 años, cantando los temas de los años ´70 con el mismo timbre y tono con el que los cantaba en aquella alocada época (se me viene a la cabeza, como ejemplo contrario, el bueno de Ian Gillan, que lleva años arrastrando con su voz el nombre de Deep Purple).
Por supuesto el show se basó en esa obra maestra de principios del año 1974 llamada “Burn”, encadenando en vivo tema tras tema de dicho álbum y convirtiendo el concierto en un constante punto álgido: “Might just take your life”, “Sail Away”, “Mistreated” (auténtica delicatesen en directo)…en fin, en el concierto no hubo “momentazos”, todo él fue un constante “momentazo”.
Esa joya que es “You fool no one” la alargaron con momentos para el lucimiento de cada instrumento y, por qué no decirlo, para dar descanso a la garganta de Glenn Hughes al que se le vio en un gran momento de forma. De vez en cuando nos preguntaba desde el inmenso escenario que si lo sentíamos (“How do you feel it?”). Mirando a nuestro alrededor y viendo la satisfacción reflejada en los rostros de la gente estaba claro que sí; lo sentíamos y nos estaba llegando muy hondo además.
Su característico y tantas veces emulado riff de guitarra nos anunciaba que llegaba “Smoke on the water”, coreada por todo el respetable y a la que Glenn le acopló alguna estrofa del “Georgia on my mind” de 1930 y que popularizó en los ´60 Ray Charles, poniéndonos la piel de gallina y las lágrimas de emoción en los ojos: qué manera sobrehumana de cantar; y que si lo sentíamos decía!!
Y tras esto, un “Highway Star” interpretado como hace años que no lo puede cantar Ian Gillan; y como broche de oro (como no podía ser de otra forma) el “Burn”: solo por oírle cantar eso de “You know we had no time, we couln´t even try, you know we had no… TIME!!! ya merece la pena ver un show del señor Hughes.
Magnífico al bajo, sublime a la voz. Increíble Glenn Hughes.
SET LIST GLENN HUGHES
-Stormbringer
-Might just take your life
-Sail away
-Mistreated
-You fool no one
-Smoke on the water / Georgia on my mind
-Highway Star
-Burn
GUN
A pesar de que había mucha expectación por ver de lo que son capaces de hacer los hermanos Gizzi y compañía a día de hoy, tras la actuación del gran Glenn Hughes hubo una pequeña desbandada de público (la gran desbandada vino precisamente tras la actuación de los escoceses). La duda que nos asaltaba antes de ver a Gun procedía de un hecho incuestionable: los de Glasgow editaron tres obras maestras a principios de los ´90 pero llevan más de 20 años sacando discos más bien mediocres. Esta duda quedó despajada con la selección de temas que eligieron para confeccionar el repertorio que destriparían en Rivas. Excepto la inicial “She knows” (canción que abre su “Favourite Pleasures” del año pasado) todo el set list fue una sucesión de grandes éxitos de los ´90 encadenados de tal forma que la intensidad del show no bajó ni un ápice en ninguna fase del mismo: “Don´t say it´s over”, “Better Days”, “Word up!”, “Taking on the world”… en fin, todo lo que un fan de Gun quiere escucharen vivo; y todo ello acompañado de un muy buen sonido.
Si bien es una banda algo estática en escena y Dante Gizzi no es un gran frontman agitador de masas (cuánto se echa de menos a Mark Rankin a la voz) la verdad es que Gun dieron un concierto muy profesional y muy digno, y disfrutamos mucho de esos temazos que les llevaron a la fama mundial a principios de los ´90. Sabia decisión centrarse en ellos y no empecinarse en defender su último trabajo discográfico en el festival; ya tendrán tiempo de hacerlo en sus giras propias ante sus incondicionales.
La parte final del concierto fue para ese trío ganador que es “Inside Out”, “Steal your fire” y “Shame on you”; perfecto colofón que sirvió para demostrar que siguen en un buen momento de forma y que Giuliano Gizzi sigue siendo ese elegante creador de grandes riffs que siempre fue con su guitarra; pero su hermano Dante se nos antoja algo soso como frontman, y es que la sombra de Mark Rankin es alargada.
SET LIST GUN
-She knows
-Don´t say it´s over
-Better Days
-Word Up!
-Welcome to the real world
-Taking on the world
-Money (Everybody loves her)
-Inside Out
-Steal your fire
-Shame on you
IMPERIAL STATE ELECTRIC
Aquí la desbandada de público fue evidente, y es una lástima porque los de Nicke Andersson dieron un bolazo de órdago para culminar el festival.
Ataviado con su típica gorra de aviador y fenomenalmente acompañado por Tobias Egge a la guitarra, Doif De Borst al bajo y el contundente Thomas Eriksson a la batería, se lanzaron a por todas con “It ain´t what you think, it´s what you do”, tema muy The Hellacopters (el otro grupo del ex Entombed Nicke).
Si bien el sonido de la batería era potentísimo y las preciosas líneas de bajo de Doif se apreciaban en toda su magnitud, la guitarras sonaban algo apagadas no permitiendo disfrutar al 100% de cañonazos hardrockeros como “Empire Fire”, “Deja Vu o “A holiday from my vacation”; los temas con menos distorsión como “All through the night “ o “Anywhere loud” sonaron bastante mejor.
También hubo algún que otro problema con el micro de Doif, y su voz (de capital importancia en I.S.E. como segunda voz arropando constantemente a Nicke) por momentos fue inaudible. Hacia la mitad del concierto todos estos problemas ya estaban resueltos y temas como “Faustian Bargains” o “Just let me know” sonaron atronadores. Con uno de los temas más cañeros de su discografía (“Reptile Brain”) pensábamos los valientes que quedábamos ante el escenario que el Garage Sound 2018 había terminado, pero aún quedaba la guinda del pastel: “Beer drinkers & Hell raisers” de los tejanos ZZ Top ponía el punto final a la segunda edición de este magnífico festival que esperemos se prolongue en el tiempo y se convierta en un fijo del circuito nacional de festivales veraniegos.
Si se admiten peticiones ( y sin desentonar con la línea general estilística del Garage Sound Festival) para futuras ediciones sería un puntazo disfrutar de bandas como Tesla, Skid Row, Phil Campbell & the Bastard sons, The Quireboys, Dee Snider, Chrome Division, Texas Hippie Coalition o Black Label Society. Por pedir que no quede. También sería de agradecer más presencia de grupos españoles y en un horario que no fuese el de abrir la jornada bajo un sol de justicia.
Pero en resumen el Garage nos deja gratísimas sensaciones y un show (Glenn Hughes) para grabar a fuego en nuestro cerebro. Ha sido un verdadero placer asistir a este grandísimo festival (y ya van dos de dos!!!). Ojalá el año que viene por estas fechas podamos decir que hemos asistido a tres de tres Garage Sound Festival.
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