La primera vez que vi a Saul Hudson, más conocido mundialmente como Slash, fue en el año 2011, todavía sin sus Conspirators, pero sí con la excelente voz de Myles Kennedy al frente. Por aquel entonces tan solo había sacado un album bajo su homónimo nombre «Slash», y anteriormente a ese, otros dos bajo el olvidado proyecto de «Slash’s Snakepit», por lo que el repertorio de sus conciertos estaba basado en gran parte en temas de su banda original Guns and Roses, alguno de Velvet Revolver (formada junto a Duff Mckagan y el malogrado Scott Weiland de «Stone Temple Pilots») y los trabajos citados anteriormente, todo lo contrario que en la actualidad, cuyo set list se basa íntegramente casi en su totalidad en sus discos en solitario con Myles Kennedy & The conspirators y el citado «Slash», cosa totalmente lógica dada su reciente reunión con Guns and Roses y su gira «Not In This Lifetime», por lo que ésta vez venia a presentarnos su nuevo y reciente disco «Living The Dream».
Con un recinto todavía bastante vacío y con muy poca afluencia de gente, salían al escenario los jovencisimos «Bishop Gunn», grupo formado en el delta del Mississippi y totalmente desconocido por estos lares. Con tan solo un Ep y un larga duración en su haber, tenían la difícil tarea de ir calentando el ambiente, pero esto les servía como trampolín para ir dándose a conocer. En poco más de media hora y con un estilo de Hard Blues y Rock Sureño muy en boga en estos días y en una onda muy similar a grupos como The Temperance Movement, Rival sons o los aclamados Greta Van Fleet, dejaban muy buen sabor de boca a todos aquellos que añoramos y disfrutamos de ese sonido añejo y revival de los años ’70. Una pena que todavía no hubiese más público que hubiera podido apreciar la calidad de esta buenísima y jovencísima banda.
Con un Wizink Center casi al completo en su versión más reducida (solo pista), y en la que nos encontrabamos congregadas algo mas de tres mil almas hardrockeras de lo más variopintas, cuando eran alrededor de las 9:30 de la noche y bajo unas intensas luces azules, (entre las cuales se podía adivinar la gran pila de Marshalls que había colocada en el escenario y sonando de fondo la intro «Ray’s goodbye», salían a escena Slash featuring Myles Kennedy & The Conspirators, empezando a descargar el primer pepinazo de la noche, el potente «The call of the wild», tema que también abre su último disco «Living the dream» y que fue cantado y coreado por un publico entregado desde el primer segundo; enlazaron con el no menos arrollador «Halo» y el algo más comercial «Standing in the sun» de su excelente álbum «Apocalyptic Love», donde el mago de la chistera seguía descargando esos voluptuosos e hirientes riffs con su Gibson Les paul. Los siguientes temas en caer fueron «Ghost» y » Back from Cali» de su primer disco «Slash» y anteriores a los Conspirators, pero donde ya militaba Myles Kennedy.
Desde el primer momento se pudo apreciar lo compacta y bien compenetrada que estaba la banda al completo, con un Myles Kennedy como siempre fantástico y perfecto a la voz y dejando todo el afán de protagonismo a su gran compañero Slash. Siguieron descargando temas de su nuevo disco, «My Antidote», «Serve your right» y «Boulevard of broken hearts», llegando a «Shadow life» el primer tema de la noche de su extenso y anterior disco «World on fire», con esos riffs tan característicos marca de la casa.
Volvían a «Slash» donde se le daba descanso a la infatigable voz de Myles Kennedy, cogiendo las riendas, el magnífico bajista Todd Kerns, (muy activo durante toda la noche y animando continuamente al público asistente) para cantar los temas «We’re all gonna die» y «Doctor Alibi» cantada en su dia por el fallecido Lemmy Kilmister (D.E.P.) y en la que se hizo mención a éste. Después de «The one you loved is gone» una balada con buenas guitarras acústicas y el tema mas tranquilo de la noche, llegaba «Wicked Stone» donde el gran maestro, adelantado al resto de la banda y acaparando todas las luces del escenario y atención del público, se lucía a gusto y a conciencia con un excelso y alargado solo de guitarra, y que bajo mi humilde opinión llegó a hacerse algo pesado. Continuaban con más temas de su último disco (llegaron a tocar hasta siete) «Mind your manners» y «Driving rain» para seguir con «By the sword» y llegar al momento mas álgido y apoteósico del concierto y de la noche, el único donde se hizo mención a la banda madre «Guns and Roses» y tocar ese himno llamado «Nightrain», donde la gente enloqueció, cantó y coreo hasta la saciedad, y en el cual Myles Kennedy demostró ser un auténtico y perfecto frontman, estando en bastante mejor forma vocal que Axl Rose; el maestro una vez más volvió a sacar brillo a su chistera, con esos sucios y musculosos riffs que escupía de su guitarra. Después de este auténtico trallazo, se bajó el pie del acelerador para dar un momento de tranquilidad con la preciosa y fantástica balada «Starlight». Seguían con «You’re a lie» y «World on fire», canción que sirvió para que Slash presentara a sus magníficos Conspirators, una banda que estuvo engrasada a la perfección.
Abandonaron el escenario para posteriormente volver bajo un enorme y aclamado griterío y tocar los bises «Slow grind» y «Anastasia» otro tema rompedor que empieza con una intro de guitarra acústica muy tranquila y melódica para inmediatamente transformarse en otro gran himno de su repertorio y con el que finalmente terminaron éste grandísimo concierto.
Una auténtica y verdadera noche de Hard Rock, la que vivimos y disfrutamos con Myles Kennedy & The Conspirators, y donde Slash una vez más, conquistó, triunfó y salió invicto, luciendo y sacando brillo a todas sus guitarras en todo momento.
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